¿Cuánto tiempo pueden aguantar los bancos con tipos negativos?

Tipos de interés

¿Cuánto tiempo pueden aguantar los bancos con tipos negativos?

Un estudio sugiere que gravar el efectivo es el único modo de mantener los tipos negativos con carácter casi indefinido.

Termómetro

Desde que hace ya seis años el Banco Central Europeo (BCE) introdujo los tipos negativos, los bancos del Viejo Continente han criticado el daño que sufren sus márgenes, pero lo cierto es que hasta el momento han ido capeando la situación. Sin embargo, teniendo en cuenta la reciente crisis desatada por la pandemia, ¿cuánto tiempo más podrán aguantar en un escenario tan complicado? A esta pregunta intenta darle respuesta un ‘paper’ publicado por la propia institución de política monetaria.

En 2014, el entonces presidente del BCE, Mario Draghi, decidió establecer el tipo de facilidad de depósito en el -0,10%. Era la primera vez que la institución se adentraba en los tipos negativos, y fue solo un primer paso: actualmente, el tipo de los depósitos se encuentra ya el -0,50%, si bien existe un sistema de escalonamiento para limitar el impacto en los bancos. En resumen, seis años ya con tipos negativos pese a las críticas de los bancos y pocas previsiones de que vayan a aumentar a medio plazo.

“Una economía con un sistema bancario saludable puede ser inclinada hacia una crisis económica por una reducción excesiva del tipo de interés”, señala el economista Davide Porcellacchia en un ‘paper’ publicado por el propio BCE. “Podemos caracterizar este punto de inflexión”, que “no es necesariamente negativo o cero” sino que “depende de la persistencia de los cambios en la tasa de interés”.

“Los bancos pueden soportar una tasa de interés profundamente negativa, si se espera que aumente en un futuro próximo. Por otro lado, una tasa de interés baja pero positiva que se espera que dure para siempre puede causar que el sistema bancario quiebre”, explica el autor. “En un ejercicio numérico en el que asumo que el nivel de la tasa de interés a largo plazo es del 2% anual, encuentro que el sistema bancario puede soportar una tasa de interés anualizada de -25% durante un trimestre. Sin embargo, quebraría si se esperara que el interés se mantuviera en el 1% permanentemente”.

La clave está en buena medida en los depósitos de la clientela, explica Porcellacchia, y en concreto, en lo que denomina “valor de franquicia de los depósitos”, entendido como el valor actual descontado de los márgenes de interés neto actuales y futuros. “Si cae por debajo de un valor determinado, entonces los bancos son insolventes”.

“Dado que los bancos no ofrecen tasas de depósito negativas por miedo a provocar retiradas, una reducción suficientemente grande del tipo de interés hoy en día termina comprimiendo el actual margen de interés neto del banco. Sin embargo, el efecto sobre el valor de franquicia de los depósitos depende de las expectativas de la trayectoria futura de los tipos de interés. Si se espera que el tipo de interés vuelva a subir rápidamente, los agentes esperan que el banco recupere la rentabilidad perdida hoy con márgenes de interés neto más amplios en el futuro. Por lo tanto, el valor de franquicia de los depósitos no se ve afectado”.

En el extremo opuesto, “si se espera que persista el entorno de tipos bajos, se hace imposible que los márgenes de interés neto futuros sean lo suficientemente amplios como para compensar el estrechamiento actual”.

“Si el patrimonio bancario se vuelve negativo, significa que el banco es insolvente y los depositantes tienen un incentivo para retirar todos sus depósitos inmediatamente”, explica el autor, que considera que una forma de abordar el problema sería “eliminar la opción externa de los depositantes”. “Si se redujera el rendimiento de la opción externa de los consumidores [es decir, el dinero en efectivo], entonces se disminuiría el límite inferior de la tasa de depósito”. No obstante, “gravar las tenencias de efectivo no es, por el momento, una opción de política fácilmente disponible”.

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