El administrador general de la Sanidad Pública estadounidense, el cirujano general Jerome Adams, miembro del grupo de trabajo del coronavirus de la Casa Blanca, ha pedido este martes a los ciudadanos estadounidenses que «por favor, por favor, por favor» usen mascarilla cuando estén en lugares públicos, debido a la pandemia del coronavirus.
«No es una inconveniencia», ha dicho Adams. «No es una supresión de la libertad. De hecho, es un vehículo con el que conseguir nuestros objetivos. Se suma a vuestra comodidad y libertad, porque nos permite abrir más lugares», ha agregado.
El cirujano, que ha insistido en que no pide usar mascarilla porque «sea pesimista», ha señalado que «tiene total confianza» en que los nuevos casos de coronavirus en Estados Unidos, que han experimentado un pronunciado repunte desde que los estados comenzaron sus procesos de reapertura, volverán a disminuir «rápidamente».
«Y podremos reabrir, podremos volver al colegio, al trabajo, a los lugares de culto. Pero todos tenemos que hacer nuestra parte», ha zanjado Adams.
Sus comentarios contrastan con los del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, que previamente se dirigió a los estadounidenses para decirles que usaran mascarilla «siempre» que su estado o autoridades locales de su lugar de residencia «dijeran que es apropiado».
Así, ha afirmado que, de momento, la Administración estadounidense «respetará las decisiones que los gobernadores están tomando» en este sentido.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha desdeñado en reiteradas ocasiones el uso de mascarilla, aludiendo a que supone una violación de sus libertades personales, y nunca se ha dejado grabar ni fotografiar llevando una, llegando a afirmar que no daría a la prensa «el placer» de verlo llevando esta medida preventiva contra el coronavirus.
El cuestionamiento de Trump a las recomendaciones de uso de mascarilla en el contexto de la pandemia se ha producido a pesar de que diversas autoridades del país norteamericano, como el principal responsable científico de la Casa Blanca en la lucha contra el coronavirus, Anthony Fauci, se ha pronunciado en múltiples ocasiones a su favor, recomendando su uso.
Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia del coronavirus, con más de 2,6 millones de casos y más de 127.000 fallecimientos.
