Las indirectas del BCE para intentar apaciguar al Constitucional alemán

Compras de bonos

Las indirectas del BCE para intentar apaciguar al Constitucional alemán

“Demostrar la proporcionalidad de las medidas de política monetaria no convencionales siempre será difícil”, consideran los analistas de ING.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, y el vicepresidente, Luis de Guindos

El fallo del Tribunal Constitucional alemán sobre las compras de bonos del Banco Central Europeo (BCE) no solo causó incertidumbre en los mercados financieros, sino que también en el seno mismo de la institución sobre la respuesta a dar. A fin de cuentas, ¿debería el BCE abordar las preocupaciones planteadas por un tribunal nacional? La solución que parece haber encontrado la institución que preside Christine Lagarde es responder a base de ‘indirectas’, sin mencionar explícitamente el asunto en cuestión pero mostrando a las claras su posicionamiento.

“Las últimas actas de la reunión del BCE del 4 de junio no sólo proporcionan la justificación del aumento del programa de compras de emergencia para pandemias (PEPP), sino que también son la respuesta del BCE al fallo del tribunal constitucional alemán sobre la flexibilización cuantitativa”, señala el analista de ING Carsten Brzeski.

Para este experto son “claramente un intento de abordar las preocupaciones, sin decirlo explícitamente”. Durante la conferencia de prensa después de la reunión de junio, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, puso “más énfasis que de costumbre en la baja inflación, los riesgos deflacionarios y la necesidad de actuar de acuerdo con el mandato del BCE”, recuerda el analista del banco holandés, y las actas “abordan ahora la cuestión de la falta de análisis de proporcionalidad”.

En sus discursos de la última semana, el economista jefe del BCE, Philip Lane ya había presentado algún tipo de análisis de proporcionalidad, mostrando varios modelos de cálculo de los efectos previstos de las medidas de política monetaria adoptadas desde marzo. Según Lane, las medidas adoptadas aumentarían la inflación en unos 0,4 puntos porcentuales en 2021 y 2022 y el crecimiento del PIB entre 0,3 y 0,6 puntos porcentuales cada año de 2020 a 2022. Pero es en las minutas conocidas ayer donde la institución más ha incidido en este asunto, no solo refiriéndose al PEPP, sino a la decisión de iniciar las compras de bonos en 2015.

“Frases como ‘las compras de bonos del Estado en el marco del PEPP y el APP fueron un instrumento eficaz para cumplir el objetivo de estabilidad de los precios asignado por el Tratado’ o ‘el PEPP y el APP fueron medidas proporcionadas en las condiciones actuales para alcanzar el objetivo de estabilidad de los precios, habiéndose incorporado en el diseño de esos programas salvaguardias suficientes para limitar los posibles efectos secundarios adversos, incluidos los riesgos de dominio fiscal, y para abordar la prohibición de la financiación monetaria’ tienen claramente Karlsruhe escrito en ellas”, señala Brzeski.

El analista de ING recuerda que “demostrar la proporcionalidad de las medidas de política monetaria no convencionales siempre será difícil”. “Al menos en el momento de la primera toma de decisiones, ya que la naturaleza de una medida no convencional hace que la situación que desencadena esa primera decisión sea tan inédita que no será posible realizar un análisis de proporcionalidad en toda regla”.

“Al final, la política monetaria es también casi tanto un arte como una ciencia. Sin embargo, en la situación actual, el objetivo más importante era poner fin a la controversia entre Karlsruhe, Berlín y Frankfurt”, señala el analista, para quien “parece que el BCE encontró una manera elegante de llegar a un final sin problemas”. “La semana que viene, cuando el parlamento alemán discuta el fallo y los posibles pasos a seguir, es muy probable que se encuentre algún tipo de solución para salvar la cara”.

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