Los epidemiólogos piden no ser usados como arma política: “No disparen al pianista”

Covid-19

Los epidemiólogos piden no ser usados como arma política: “No disparen al pianista”

La Sociedad Española de Epidemiología recuerda que su papel es servir a la Administración Pública “independientemente del partido que ostente el Gobierno”.

Imagen de recurso de una mujer con mascarilla por el coronavirus.

“No disparen al pianista”. Así se titula la carta que la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha publicado con motivo de los tres meses que han pasado ya desde que se decretara el estado de alarma por la crisis del Covid-19. Una misiva en la que este colectivo ensalza su labor durante todo este tiempo y pide que no se le use como arma política para aumentar la crispación.

Esta institución defiende que “no es aceptable ni apropiado” responsabilizar al personal técnico de las decisiones de quien gobierna. “Es posible que, en épocas de crisis, alguien se sienta tentado a usar el trabajo de los técnicos para no asumir responsabilidades o para atacar a otros políticamente”, señalan los epidemiólogos, que remarcan que ellos “tienen la responsabilidad de hacer bien su trabajo, por el que deben ser evaluados y valorados” y nada tiene que ver con la de los políticos, que “tienen las suyas, y por ellas también serán valorados”.

Su labor consiste, recuerdan en esta misiva, en “estudiar, investigar y asesorar sobre los problemas de salud que afectan a la población y que tienen que ser gestionados por los gobernantes”. Es decir, “su principal tarea” pasa por “generar la mejor información posible sobre la salud de la población y proponer alternativas para su control y mejora, a la luz del conocimiento científico disponible en cada momento”. Y todo esto, “independientemente del color del partido político que ostente el gobierno”, aunque “a veces esto no queda del todo claro”.

La SEE señala que en epidemiología “no trabajamos de manera aislada, sino que por lo general lo hacemos como una red de profesionales que colaboran y evalúan de forma dinámica una situación cambiante y con frecuencia con muchas incertidumbres” y “a veces, son tantas que no se dispone de respuestas claras, unánimes y monolíticas”.

“A menudo, las propuestas realizadas deben descartarse cuando el conocimiento mejora, lo que puede ocurrir en un corto periodo de tiempo (incluso días)”, como ha ocurrido en la crisis del coronavirus, explica esta institución, que afirma que “también puede ocurrir, y de hecho así sucede con frecuencia, que las propuestas planteadas desde la óptica de la salud pública choquen con los intereses del comercio, la educación, el empleo, la industria, e incluso, con los de otros técnicos, especialistas o niveles asistenciales del sector salud”.

Por ello, este colectivo apunta que “la toma de decisiones políticas debería hacerse escuchando y valorando las opiniones de los distintos actores/sectores, técnicos, científicos y representantes de la sociedad civil”. Y es que son ellos los que luego deben actuar. “Dado que la vida y las crisis tienen muchas facetas y aspectos que deben considerarse, son los políticos quienes deberían valorar, en cada momento y con el mejor conocimiento disponible, qué es más conveniente para el conjunto de la ciudadanía”, remarca la SEE.

“Los técnicos/as dedicados a la epidemiología y la salud comunitaria en la función pública no toman decisiones finales por sí mismos”, insiste esta institución, que defiende que “la sociedad no les ha otorgado ese papel como empleados de la administración, pero sí el de facilitar su conocimiento a quien sí lo tiene”, que no son otros que los “políticos y gestores designados por medios democráticos”.

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