Miles de personas toman las calles de Líbano por la crisis económica en vísperas de la gran protesta del sábado

Líbano

Miles de personas toman las calles de Líbano por la crisis económica en vísperas de la gran protesta del sábado

"No podemos aguantar más", han exclamado los manifestantes.

Protestas en Beirut contra la labor del Gobierno

Miles de libaneses han salido a las calles de Beirut en la noche de este jueves para protestar por el colapso de la moneda local y las consecuencias de la crisis económica, bloqueando algunas de las principales carreteras con neumáticos en llamas, días antes de la gran manifestación nacional prevista para este sábado.

«No podemos aguantar más», han exclamado los manifestantes. Las protestas se han producido en varias ciudades del país, en las que también se han cortado las principales vías de acceso, uniendo a una población que hasta ahora se encontraba muy fraccionada políticamente.

Durante las protestas se han producido los primeros enfrentamientos con la Policía antidisturbios en la plaza Riad al Solh de la capital, en las inmediaciones del Parlamento y de la residencia oficial del actual primer ministro, Hasán Diab.

Los antidisturbios han respondido lanzando gases lacrimógenos a los manifestantes, algunos de los cuales la han emprendido con las fachadas de algunas entidades bancarias.

Los manifestantes han coincidido en señalar la nula capacidad del actual Gobierno para hacer frente a la consecuencia de la crisis económica, empeorada tras el estallido de la pandemia de la COVID-19.

El miedo al hambre es otro de los acicates de una población libanesa que ha expresado estar «cansada» y «harta» de esta situación. La posibilidad de una crisis alimentaria ha sido reconocida incluso por el propio primer ministro Diab, quien hace una semanas aseguró que el país estaba al borde de esta situación y que muchas personas se quedarán pronto sin capacidad de comprar artículos de primera necesidad.

Además, de la Policía, el Ejército también ha sido desplegado para retirar las improvisadas barricadas que algunos manifestantes han construido para entorpecer las vías de acceso a las ciudades.

Líbano está experimentando su peor crisis económica desde la guerra civil de 1975-90. En marzo, el país anunció la suspensión de pagos de eurobonos para salvaguardar las reservas de divisas imprescindibles para cubrir las importaciones básicas.

Las protestas en Líbano arrancaron a principios de octubre después de una caída de la moneda local por primera vez en las últimas dos décadas, pero el descontento se arrastraba desde julio, cuando el Parlamento aprobó un presupuesto de austeridad para hacer frente al déficit, que costó la dimisión del anterior primer ministro, Saad Hariri.

Diab ha hecho un llamamiento a Estados Unidos y a la Unión Europea para crear un fondo de emergencias para ayudar a que Oriente Próximo no sufra una grave crisis alimentaria, ya que, de lo contrario, el hambre podría provocar nuevos flujos de migrantes con destino a Europa y una mayor desestabilización en la región.

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