Nuevo guiño del Gobierno al PNV. El Ejecutivo de Pedro Sánchez y los jeltzales han pactado el traspaso de la gestión del Ingreso Mínimo Vital al País Vasco y Navarra, que tendrá que materializarse antes del 31 de octubre. Hasta ese momento, “las administraciones competentes acordarán una encomienda de gestión para realizar las actuaciones que permitan atender a los y las beneficiarias de la medida”, detalla el partido nacionalista a la espera de que esta renta vea la luz este viernes en un Consejo de Ministros extraordinario.
Según explica el PNV en un comunicado, este pacto, que “refuerza la bilateralidad” entre el Estado y ambas comunidades, y “apuntala el autogobierno de los territorios históricos”, se ampara en la “especificidad de las Haciendas Forales”. De este modo, además, “se encauzan los posibles conflictos jurídicos que podían derivarse de la colisión” de este ingreso mínimo con las rentas vasca o y navarra. Así, “el IMV será una renta base no complementaria a la que puedan implementar” estas dos regiones en ejercicio de sus competencias.
A esto hay que añadir que en el texto acordado se especifica también que cualquier referencia a la Comunidad Autónoma Vasca o a la Comunidad Foral de Navarra en el Decreto Ley de IMV deberá contar con acuerdo previo entre las partes firmantes.
El PNV, por su parte, se compromete a votar favorablemente el Real Decreto Ley por el que se apruebe el Ingreso Mínimo Vital.
“Se trata de un gran acuerdo para la ciudadanía” vasca y navarra, defienden los jeltzales, ya que “ven blindados sus eficaces sistemas propios de protección social, que seguirán siendo gestionados por sus instituciones”. Dicho esto, sacan pecho y destacan que “este pacto, además, supone un logro político en un contexto de tentaciones recentralizadoras” y evidencia la “eficacia” del PNV “en la defensa de los intereses de las vascas y de los vascos en Madrid”.
