Pediatras exigen una Atención Primaria con «más medios» para afrontar la postcrisis del COVID-19

Estado de alarma

Pediatras exigen una Atención Primaria con «más medios» para afrontar la postcrisis del COVID-19

"Pasada la parte crítica de la epidemia de COVID-19 la responsabilidad de la atención sanitaria volverá a los centros de salud".

Centro de Salud

Los pediatras de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria (SEPEAP) han exigido una Atención Primaria con más medios para afrontar la postcrisis del COVID-19, la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus.

«Pasada la parte crítica de la epidemia de COVID-19 la responsabilidad de la atención sanitaria volverá a los centros de salud, donde muchos ciudadanos no acudían por miedo a contagiarse y donde ahora volverán a prestar atención, no sólo a los pacientes habituales con patologías crónicas, graves u ocasionales, sino también a aquellos potencialmente contagiados por el COVID-19», han dicho.

Y es que, tal y como han recordado, los pediatras atienden presencialmente o valoran telefónicamente cuadros pediátricos leves compatibles con COVID-19, indistinguibles de otros virus respiratorios sin poder hacer diagnóstico etiológico generalizado, y sin más armas que explicar a las familias los signos de alarma que deben obligar a una reconsulta.

«Parece que es inminente que podamos gestionar el diagnóstico por PCR de los casos posibles. Los niños se infectan por SARS-CoV-2, aunque parece que en menor proporción que los adultos, y actúan como transmisores tanto en fase asintomática como en cuadros leves», han añadido.

Asimismo, y en un futuro invierno 2020-2021, en el que «muy probablemente» van a circular simultáneamente el nuevo coronavirus, la gripe, VRS, adenovirus, enterovirus, rotavirus, todos ellos con sintomatologías parecidas y catalogables como ‘posible COVID’, es «imprescindible» que se puedan filiar al máximo los diagnósticos alternativos.

Por tanto, a su juicio, la Administración debe entender «de una vez por todas» de que o dota a la AP de estos medios diagnósticos que les permitan «etiquetar» lo que ven, o bien se va a un «colapso irrecuperable» del sistema público de salud.

Y es que, los profesionales de Atención Primaria son los que mejor conocen a la población que atienden y, pasada la crisis que ha puesto la mirada en UCI’s y hospitales de campaña, los ciudadanos volverán a los centros de salud donde los profesionales «no cuentan con los instrumentos adecuados», en algunas ocasiones en equipamiento protector y hasta ahora, «nunca en medios diagnósticos», si bien han reconocido que parece que este punto, el de la gestión de las PCR desde la Atención Primaria, «al fin» va a ser corregido.

«Se ha apostado por una gestión centralizada y jerarquizada. Se han cerrado centros de salud con el argumento de ‘optimizar recursos’. Los médicos de familia han pasado a tener responsabilidades en hospital y algunos pediatras han pasado a realizar seguimiento telefónico o dar bajas de adultos. Todo esto muestra una vez más la precariedad de recursos humanos y materiales en la autoproclamada ‘mejor sanidad del mundo’ y muy especialmente la Atención Primaria. Puede que nuestro sistema sanitario no sea tan ‘fuerte’ como decimos y que lo que tengamos en realidad es un sistema de ‘sanitarios fuertes'», han recalcado.

Dicho esto, han denunciado que están llegando al hospital situaciones graves que no han tenido la atención inicial y precoz que recibirían en condiciones normales. Esto ha supuesto el retraso en la atención de todo lo considerado ‘no urgente’; la «parálisis» en el seguimiento de patologías crónicas, aplazado sine die; el «sobretratamiento» farmacológico que genera la atención de patologías agudas vía telemática; el «riesgo de errores diagnósticos» en visitas no presenciales; la «mala visualización/interpretación» de imágenes dermatológicas en visitas telemáticas; la «falta» de cumplimiento normativo que se genera en algunas situaciones cuando la atención está a cargo de un profesional que no es el habitual del paciente; o la falta de continuidad asistencial y una lista inacabable de problemas.

«Pasada la crisis las aumentan las solicitudes de atención telemática por motivos no susceptibles de resolución por esta vía y al mismo tiempo un mayor número de visitas espontáneas sin filtro telefónico previo y por motivos no justificados. Tenemos la sospecha que el nuevo modelo asistencial generado por la pandemia no va a reducir la sobrecarga asistencial crónica que sufre el sistema, y que la va a fragmentar en un modelo presencial que no va a reducirse significativamente, aumentando en cambio a niveles insostenibles un modelo telemático que va a generar (ya lo está haciendo en su fase embrionaria) abusos y excesos generalizados», han zanjado.

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