La UE avisa de que no aceptará un acuerdo «de saldo» y afea a Londres la falta de avances en la negociación

La UE avisa de que no aceptará un acuerdo «de saldo» y afea a Londres la falta de avances en la negociación

Londres culpa a Bruselas por aportar propuestas "nuevas y desequilibradas"

Brexit

El negociador de la Unión Europea para la relación futura con Reino Unido, Michel Barnier, se ha declarado este viernes decepcionado por la falta de avances en las cuestiones clave de la negociación con Reino Unido sobre el marco de la relación futura, al tiempo que ha advertido a Londres de que no aceptará un acuerdo «de saldo» que rebaje las condiciones de acceso al mercado único.

«No habrá un acuerdo de saldo. Si Reino Unido quiere un acuerdo comercial hay una serie de condiciones vinculadas a nuestra soberanía y no será un país tercero quien venga a fijar las condiciones de acceso a nuestro mercado único», ha advertido Barnier en una rueda de prensa ofrecida desde Bruselas, tras concluir la tercera ronda de negociaciones con Reino Unido que arrancó el pasado lunes.

Barnier ha insistido en su comparecencia en que los resultados tras esta semana de consultas han sido «decepcionantes», ya que, a pesar de algunas «aclaraciones útiles» en cuestiones como el comercio de bienes o transporte, los equipos negociadores no han logrado «ningún avance» en los asuntos fundamentales para lograr un acuerdo.

El negociador europeo ha reconocido «pequeñas aperturas» que han permitido iniciar el diálogo en materia pesquera, pero ha criticado a Londres por acudir a esta nueva ronda telemática sin la disposición de tener una «verdadera discusión» en lo que se refiere a la igualdad de condiciones en materia de competencia.

Sin un acuerdo «equilibrado» sobre el acceso de la flota europea a las aguas británicas y uno sobre los servicios financieros y la igualdad de condiciones «no habrá ningún acuerdo económico y comercial», ha continuado el exministro francés, porque la UE no aceptará convenios sectoriales y solo aceptará un pacto global.

Tampoco acepta Barnier que los británicos muestren «poca ambición» en elementos con menor peso en el marco de la negociación pero que son «simbólicamente importantes», por ejemplo en la lucha contra el blanqueo de capitales, las garantías en materia de protección de datos personales o contar con un mecanismo de consulta con los parlamentos y sociedad civil.

«Es decepcionante, pero estamos determinados a seguir trabajando para construir una asociación ambiciosa con Reino Unido», ha continuado Barnier, quien ha recalcado la urgencia de alcanzar un acuerdo si se quiere evitar una ruptura definitiva caótica el próximo diciembre, cuando expirará la transición que Londres se niega a prorrogar.

El negociador europeo se ha mostrado confiado en que las dos próximas rondas de junio y julio permitan dar un «nuevo dinamismo» a las conversaciones, al tiempo que ha asegurado que el bloque sigue apostando por un acuerdo comercial sin aranceles ni cuotas, aunque el acceso británico al mercado único y a su unión aduanera «no puede ser tan fluido» como la de un país miembro.

«Nuestra relación futura estará marcada por las decisiones que tomemos juntos este año. No actuaremos con prisa», ha añadido Barnier, para después pedir un «nuevo dinamismo» en las próximas citas. «La UE seguirá tranquila, firme en sus principios y respetuosa», ha remachado.

LONDRES ACUSA A BRUSELAS DE LAS DIFICULTADES
También el Gobierno británico ha concluido la ronda de negociación con la opinión de que no se han producido avances relevantes pese a la premura del calendario, pero ha achacado a la delegación europea las dificultades por, en palabras del negociador de Reino Unido, David Frost, acudir a la tercera ronda con «nuevas y desequilibradas» propuestas.

El ministro británico ha sostenido que el acuerdo comercial con la UE podría cerrarse «sin grandes dificultades» en el tiempo previsto antes de finales de año, pero «el principal obstáculo es la insistencia de la UE de incluir una serie de nuevas y desequilibradas propuestas» que supondrían «atar» a Reino Unido a «las leyes o estándares» comunitarios o «determinar nuestros regímenes legales domésticos, de una forma que no tiene precedentes en los acuerdos de libre comercio y que no está prevista en la Declaración Política».

El negociador de Londres ha hecho alusión especial a la pesca, criticando que «la UE sigue insistiendo en acuerdos de caladeros y acceso a las aguas de pesca británicas en un modo que es incompatible con nuestro futuro estatus como estado costero independiente».

Según Frost, «tan pronto como la UE reconozca que no cerraremos un acuerdo sobre esa base, seremos capaces de avanzar». Por ello, ha defendido la necesidad de «un cambio en el enfoque de la UE para la próxima ronda que empieza el 1 de junio».

Para ello, ha adelantado que Londres publicará «todos los borradores de textos legales» la próxima semana para que los estados miembros y observadores interesados «puedan ver nuestro enfoque en detalle», algo que Bruselas había venido reclamando desde el inicio de las conversaciones.

«Reino Unido seguirá trabajando duro para encontrar un acuerdo, siempre y cuando haya un proceso constructivo en marcha, y sigue creyendo que eso es posible», ha concluido.

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