UNICEF pide 1.600 millones de dólares para reforzar su respuesta para los niños afectados por la pandemia

Coronavirus

UNICEF pide 1.600 millones de dólares para reforzar su respuesta para los niños afectados por la pandemia

"A medida que el brote entra en su quinto mes, el coste de los suministros, el envío y la obligación de proteger a las personas están incrementado de manera notable".

Centro de detención en Libia - Unicef

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia ha pedido este martes 1.600 millones de dólares (casi 1.500 millones de euros) para reforzar su respuesta humanitaria para los niños afectados por la pandemia del coronavirus.

Esta cifra constituye 1.000 millones de dólares más (922 millones de euros) que el llamamiento que UNICEF realizó a finales de marzo a este respecto, cuando solicitó 651,6 millones (601,5 millones de euros).

Según ha explicado el organismo, el incremento de la petición de fondos refleja «las consecuencias socioeconómicas devastadoras de la enfermedad y el aumento de las necesidades de las familias».

«A medida que el brote entra en su quinto mes, el coste de los suministros, el envío y la obligación de proteger a las personas están incrementado de manera notable», ha explicado UNICEF.

A juicio de la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, «la pandemia es una crisis sanitaria que se está convirtiendo rápidamente en una crisis de derechos de infancia».

«Las escuelas están cerradas, los padres no tienen trabajo y las familias están cada vez bajo una presión mayor. A medida que comenzamos a reimaginar cómo sería un mundo post Covid-19, estos fondos nos ayudarán a responder a la crisis, a recuperarnos de sus consecuencias y a proteger a los niños de sus efectos colaterales», ha agregado.

UNICEF ha señalado que el acceso a servicios esenciales, como la atención médica y la vacunación rutinaria, ya se ha visto comprometido para cientos de millones de niños, lo que podría llevar a un aumento «significativo» de la mortalidad infantil.

Asimismo, es «muy probable» que la salud mental y el impacto psicosocial causados por la restricción de movimientos, el cierre de escuelas y el consiguiente aislamiento intensifiquen niveles ya altos de estrés, especialmente en los niños más vulnerables.

En este sentido, un análisis de UNICEF muestra que un 77 por ciento de los menores de 18 años de todo el mundo, es decir, 1.800 millones de niños, viven en uno de los 132 países en los que hay algún tipo de restricción de movimiento en vigor debido a la Covid-19.

Además, los factores de riesgo de violencia, abuso y negligencia aumentan para los niños en estos contextos de restricciones de movimientos y deterioro socioeconómico, ha recordado la agencia dependiente de Naciones Unidas.

También las niñas y las mujeres corren un mayor riesgo de sufrir violencia sexual y de género. Por otra parte, en muchos casos, los niños refugiados, migrantes y desplazados internos, así como los repatriados, están experimentando un acceso reducido a servicios y protección y una mayor exposición a la xenofobia y la discriminación.

«Hemos visto lo que la pandemia está provocando en países con sistemas sanitarios avanzados y estamos muy preocupados por las consecuencias que puede tener en países con sistemas de salud más frágiles y con menos recursos», ha detallado Fore.

REFORZAR LO CONSEGUIDO

Hasta ahora, UNICEF, que se centra especialmente en los países en los que ya había crisis humanitarias, ha recibido 215 millones de dólares (198,6 millones de euros) para apoyar los esfuerzos para afrontar la pandemia.

Los fondos adicionales servirán para reforzar lo ya conseguido en materia de información para prevenir contagios por la Covid-19, relativa al lavado de manos y la higiene al toser o estornudar; suministros de agua, saneamiento e higiene; y el envío de guantes, mascarillas quirúrgicas, respiradores N95, batas, gafas protectoras, mascarillas, máquinas concentradoras de oxígeno y pruebas diagnósticas del coronavirus.

También para garantizar que los niños puedan continuar con sus estudios a distancia o desde sus casas; la prestación de cuidados esenciales de salud; y atención para la salud mental y apoyo psicosocial para niños, padres y cuidadores.

Más información