Señor presidente de la Generalidad de Valencia, se le nota dolido, como víctima de una discriminación inmerecida. Alega su lealtad indiscutible al Gobierno, reclama transparencia y que los criterios y exigencias de actuación dejen de ser fijados de manera oral y pasen a ser ordenados por escrito, de acuerdo con la formalidad requerida en estos casos.
Considera asimétrico que Valencia cumplimentara el miércoles, su informe de 235 páginas al Ministerio de Sanidad y que el viernes, de improviso, se añadan otros parámetros a cumplir antes de pasar a la fase 1. Le asiste la razón.