Las horas extra no pagadas se disparan en pleno estado de alarma

Crisis sanitaria

Las horas extra no pagadas se disparan en pleno estado de alarma

Las horas extra registran el mayor incremento en un primer trimestre desde que arranca la serie histórica. El sector sanitario y el de la agricultura, los más afectados.

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La crisis sanitaria desatada por el nuevo coronavirus ha derivado en una crisis económica sin precedentes en la historia reciente. Unos cuatro millones de trabajadores en España ya se han acogido a ERTE, algo más de un millón de autónomos –un tercio del total- han solicitado la ayuda por cese de actividad, y pese a que la pandemia golpeó a partir de la segunda mitad de marzo, la tasa de paro ha terminado el primer trimestre en el 14,4%. Y esto solo es el principio.

La catástrofe económica también ha provocado otros efectos en el mercado laboral. La Encuesta de Población Activa (EPA) publicada esta semana por el INE ha revelado que en el primer trimestre se produjo el mayor incremento de horas extra en este periodo desde que arranca la serie histórica, en 2008. En total, entre enero y marzo se realizaron 6,67 millones de horas extra semanales, un 14,5% más que un año antes. Casi la mitad de todas ellas, 3,13 millones, fueron no pagadas (+18,7%). Habría que remontarse al segundo trimestre de 2016 para encontrar una cifra superior.

Frente al último trimestre de 2019, la comparativa es más acusada: el 91,2% del incremento de horas extra de los asalariados se corresponde con las realizadas en negro.

Sanidad y agricultura, los más afectados

En medio de la pandemia, el sector sanitario ha sido el más afectado por este fenómeno, obligado a doblar turnos y con jornadas infinitas para hacer frente al colapso hospitalario. Estos trabajadores han hecho, solo en el primer trimestre de este año, el doble de horas extra del año pasado y casi el 40% sin cobrar. De hecho, las horas no pagadas se han disparado casi un 400%.

La agricultura también ha sufrido este fenómeno por la falta de mano de obra, como consecuencia de las restricciones de movilidad aplicadas tras el decreto de estado de alarma, que han impedido contratar a temporeros inmigrantes para recoger las cosechas. El campo ha perdido 54.900 ocupados en el primer trimestre, hasta los 784.800 trabajadores -la cifra más baja para el arranque del año desde 2016- y ha recurrido a las horas extra, que han aumentado un 230%. Pero fundamentalmente las no pagadas, que se han multiplicado por cinco.

Otro de los sectores que está sufriendo una sobrecarga de trabajo es la Educación. Las clases se suspendieron pero solo de forma presencial y el nuevo contexto, basado en la enseñanza telemática, ha disparado el horario laboral de los profesores, sobre todo, según han denunciado los sindicatos, por la reformulación de objetivos, de la evaluación y el rediseño de actividades. Así, las horas extra de los profesores han subido un 70% y el 90% de todas ellas no se han pagado.

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