El Movistar combina rodillo y sesiones de fuerza para mantenerse competitivo

El Movistar combina rodillo y sesiones de fuerza para mantenerse competitivo

El Movistar Team combina el trabajo en el rodillo y las sesiones de fuerza dirigidas por Mikel Zabala para mantenerse competitivo ante un eventual retorno a la competición.

El Movistar Team combina rodillo y sesiones de fuerza para mantenerse competitivo ante un eventual retorno a la competición tras la pandemia de la COVID-19

El Movistar Team, con Alejandro Valverde al frente, combina el trabajo en el rodillo y las sesiones de fuerza dirigidas por Mikel Zabala para mantenerse competitivo ante un eventual retorno a la competición y la disputa del Tour de Francia, tras el parón por la pandemia de la COVID-19.

La temporada de ciclismo aún no se ha dado por perdida y podría disputarse alguna clásica e, incluso, el Tour de Francia, aplazado al 29 agosto, y las otras dos ‘grandes’, Giro de Italia y Vuelta ciclista a España.

El responsable de los entrenamientos del equipo telefónico, Mikel Zabala, ha programado entrenamientos mediante rodillos, muchos de los cuales tienen sensores para poder interactuar online y disfrutar de sesiones en grupo.

Algunos corredores pueden salir a rodar en bici por la carretera, como los que residen en Estados Unidos o Alemania, pero la mayoría de ellos debe hacer sesiones de rodillo y trabajo de fuerza centrado en el ‘core’ desde sus casas.

«En general, se entrena una vez al día y 90 minutos de promedio a una intensidad moderada, si bien se alternan sesiones fáciles con otras de intensidad alta en intervalos cortos intercalados y con recuperaciones breves. La idea es mantener la forma y que conforme nos acerquemos al previsible fin del confinamiento se puedan anticipar mayores intensidades y ritmos de competición para llegar a las posibles carreras en las mejores condiciones y con cierto ritmo en las piernas. Los que más entrenan, incluso doblan sesión cada día en las semanas de mayor carga, llegando a las casi 20 horas de trabajo semanal en rodillo, lo cual es una cantidad muy alta de trabajo», explicó Mikel Zabala.

La nutrición está dirigida por Juan Carlos Llamas y apoyada por su colaborador 226ERS. En gran parte de las sesiones, el equipo sigue entrenando la capacidad de asimilación de hidratos de carbono con los Energy Gel y al finalizar el esfuerzo se complementa con la suplementación de proteínas para preservar la masa muscular, bien en modo de barritas como las Neo Protein (46%) o el batido Vegan Protein (70%).

En los días más intensos, y sobre todo para cuando se realizan las sesiones de más de 3 horas en el exterior, acaban el entrenamiento tomando Recovery Drink y 6.4 Amino+ para acelerar el proceso de recuperación y afrontar con garantías el siguiente entrenamiento.

Tampoco descuidan ni un momento la hidratación porque en interiores se suda mucho más, y el descenso de electrolitos es alto. Para ello los ciclistas disuelven Hydrazero e Isotinic Drink en sus bidones. Para las sesiones más intensas también toman los Energy Gel.

La alimentación de los ciclistas reparte entre las diferentes comidas la ingesta de huevo, aguacate, tostadas, cereales, arroz, legumbres, verdura de hojas verdes, fruta y yogur. El aporte de proteínas animales no suele ser carne roja.

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