Señora presienta de la Comisión Europea, bienvenido su discurso ante el Europarlamento, reconociendo que la Unión debe una sincera disculpa a Italia por la falta de solidaridad en los primeros días de la pandemia del coronavirus.
Porque, como añadió, muchos no estuvieron ahí a tiempo cuando Italia, primer foco de infección, requirió urgente material médico que llegó antes de China y de Rusia que de los 27. Recapacite, señora presidenta, porque los eurobonos deberían llegar antes de que los populismos rampantes nos devoren, como advierte el presidente Macron.