La pandemia pone de manifiesto la desigualdad racial en Estados Unidos

Coronavirus

La pandemia pone de manifiesto la desigualdad racial en Estados Unidos

Los fallecidos de raza negra predominan en el país, más proclives a empleos mal pagados, que obligan al desplazamiento, y no alcanzan para un buen seguro.

Coronavirus en Nueva York

La comunidad negra de Estados Unidos está recibiendo un impacto amplificado de la pandemia de coronavirus en el país, según los balances particulares de cada estado, en los que se pone de manifiesto la disparidad existente entre los casos por razas; una diferencia que expertos en salud pública consultados por el ‘Los Angeles Times’ atribuyen a desigualdades sociales y económicas profundamente enraizadas en la sociedad norteamericana.

Por poner ejemplos: en Michigan han muerto ocho veces más personas de raza negra que población blanca. En Illinois, casi seis veces más y cinco veces más en Louisiana.

Muchos de los enfermos de raza negra son, de acuerdo con los perfiles recabados por el diario norteamericano, trabajadores de servicio público con bajo salario o empleados considerados como «esenciales» — guardias penitenciarios, mensajeros, agentes de Policía — que no disponen de segunda residencia, generalmente situada en una población menos densa, a la que desplazarse.

«No dejan de decir que el coronavirus es una especie de gran nivelador y que todo el mundo acaba afectado por igual, pero el hecho es que hay comunidades afectadas con mayor crueldad que otras», lamenta el doctor Uche Blackstock, presidente de la organización Avance por la Igualdad Sanitaria y médico de urgencias en un hospital de Brooklyn, en Nueva York, donde asegura haber sido testigo de esta desproporción de pacientes.

DESIGUALDAD

Los expertos en salud pública como el exdirector del Departamento de Salud del estado de Detroit, el doctor Abdul El Sayed, coinciden en que los estadounidenses de raza negra tienen menos probabilidades de estar cubiertos por un seguro, y corren más riesgo de padecer enfermedades agravantes como asma, diabetes (un 60 por ciento de probabilidades más que los estadounidenses de raza blanca), hipertensión (un 40 por ciento más) o enfermedades cardíacas.

«Este virus está recorriendo un camino de rosas que nuestra sociedad ha asfaltado a través del racismo estructural y la pobreza», lamenta El Sayed. «Y está llegando a nuestras comunidades más vulnerables, que en este país tienen el rostro negro y marrón, en números desproporcionados».

Para complicar todavía más el problema, la mayor parte de los integrantes de estas comunidades no pueden trabajar desde casa. Más de un 80 por ciento de los empleados de raza negra tienen que desplazarse a un lugar de trabajo, según la Oficina de Estadísticas de Empleo de Estados Unidos.

El principal experto en enfermedades contagiosas de Estados Unidos, el doctor Anthony Fauci, lamentó el pasado martes durante una rueda de prensa en la Casa Blanca que, si bien estas disparidades siempre han existido, la pandemia «ha arrojado una luz brillante sobre esta desigualdad tan inaceptable».

«No es solo que se contagien más a menudo», lamentó Fauci. «Es que cuando se contagian, lo hacen al tiempo que padecen una serie de enfermedades subyacentes que obligan a su ingreso en cuidados intensivos, donde finalmente mueren en una proporción más alta que el resto de la población».

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