Las autoridades correccionales de Nigeria han confirmado este domingo la muerte de al menos cinco personas durante los altercados que se produjeron el martes entre presos y funcionarios de la prisión de la ciudad de Kaduna, después de que el Gobierno anunciara su intención de aliviar la población reclusa en un intento de evitar la propagación del Covid-19 en los centros penitenciarios del país.
Los altercados también han dejado un balance de 16 funcionarios heridos, diez de los cuales todavía están ingresados, según ha informado el periódico nigeriano ‘Premium Times’.
Las víctimas estaban condenadas a muerte y de momento no está claro cómo los prisioneros sufrieron las heridas, aunque algunos medios locales apuntan a que los funcionarios «dispararon de manera indiscriminada» para intentar sofocar la rebelión.
De acuerdo con estas fuentes, el choque entre presos y trabajadores del penal había empezado a gestarse cuando corrió el rumor de que uno de los reos había empezado a sentir síntomas propios del nuevo coronavirus.
Las protestas se intensificaron cuando el ministro del Interior, Rauf Aregbesola, sugirió que los centros penitenciarios de todo el país deberían liberar a algunos de sus presos para evitar la propagación del Covid-19, que hasta el momento ha provocado en Nigeria la muerte de cinco personas y el contagio de 232.
Esta medida, que luego resultó ser aprobada por el presidente del país, Muhammadu Buhari, alborotó a los presos que comenzaron a exigir su liberación en medio del motín que se desencadenó por este motivo.
Nigeria no es el único país que ha decidido tomar este tipo de medidas, otros como Francia, Túnez, Argelia, Etiopía e Irak, han anunciado planes similares para detener la propagación de Covid-19 en sus instalaciones penitenciarias.
