Alemania prohíbe la entrada al país de trabajadores temporeros para frenar el coronavirus

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Alemania prohíbe la entrada al país de trabajadores temporeros para frenar el coronavirus

Alemania ha anunciado la prohibición de entrada al país de los trabajadores temporeros en el marco de los esfuerzos para frenar la propagación del coronavirus.

Coronavirus en Alemania

El Ministerio del Interior alemán ha anunciado la prohibición de entrada al país a partir de las 17.00 horas de este miércoles de los trabajadores temporeros en el marco de los esfuerzos para frenar la propagación del coronavirus.

En declaraciones a DPA, un portavoz del Ministerio ha indicado que los jornaleros y otros trabajadores temporeros no podrán cruzar la frontera. Estas restricciones, ha asegurado el portavoz, «son absolutamente necesarias para romper las cadenas de contagio».

La norma afecta a los procedentes de países de fuera de la UE, a Reino Unido, Bulgaria y Rumanía –que no son parte del espacio Schengen– así como a Polonia y Austria, que han introducido temporalmente sus propios controles fronterizos.

El presidente de la Asociación de Agricultores de Alemania, Joachim Rukwied, ha denunciado que la medida golpeará a los agricultores en un momento crucial, por ello ha defendido que la prohibición sea lo más corta posible, dado que tanto las fincas de frutas y verduras como los viñedos necesitan urgentemente más personal.

La industria agrícola alemana emplea a casi 300.000 trabajadores temporeros, la mayoría de los cuales procede de Europa del este. Muchas explotaciones actualmente carecen de la cantidad necesaria de trabajadores para la cosecha y la siembra. Para paliarlo, el Ministerio de Agricultura y varias asociaciones han creado portales en Internet para conectar a las granjas con personas dispuestas a trabajar en los campos.

Precisamente, la Federación de Sindicatos Alemanes (DGB) ha advertido este miércoles de que no se debe eludir pagar el salario mínimo en vista de la urgente búsqueda de trabajadores temporeros para la agricultura en la crisis provocada por el coronavirus.

«Quien ahora interviene cuando hay necesidad, se merece también un salario decente por su trabajo», ha defendido en declaraciones a DPA Stefan Körzell, miembro de la junta directiva de la DGB.

«El salario mínimo legal es lo esencial. Por regla general, debería ser más alto», ha comentado Körzell a la vez que ha indicado que el límite inferior de 9,35 euros por hora también se aplica durante la crisis a todos los empleados sin excepción, incluyendo la mano de obra temporera en la agricultura. «El salario mínimo no es, bajo ninguna circunstancia, un tema de negociación», ha recalcado.

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