La crisis hunde al rublo y posterga la renovación económica en Rusia

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La crisis hunde al rublo y posterga la renovación económica en Rusia

El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que la economía rusa saldría "fortalecida" de esta crisis.

Vladimir Putin

Rusia proclama su solidez en medio de su guerra petrolera y la pandemia del coronavirus, pero podría ver su fortaleza agrietarse ante la magnitud de la crisis mundial, lo que arruinaría las promesas de Vladimir Putin de reducir la pobreza y fortalecer el crecimiento.

Riad y Moscú, aliados desde 2016 a través del acuerdo OPEP+, protagonizan una guerra de precios desde el fracaso de las negociaciones en el seno de esta alianza a principios de marzo, e inundan un mercado del crudo ya superabastecido, debido a las medidas drásticas para detener el nuevo coronavirus.

El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que la economía rusa saldría «fortalecida» de esta crisis y las autoridades insisten en que Rusia cuenta con un considerable tesoro de guerra, el Fondo soberano, previsto como reserva en caso de caída de los precios del oro negro.

El ministerio de Hacienda afirma que podrían resistir entre seis y diez años con precios del petróleo de entre 25 y 30 dólares por barril.

Pero la situación parece haber empeorado más de lo esperado. El barril registró esta semana su mayor caída en 20 años y arrastró al rublo a su nivel más bajo desde 2016.

Si bien el Brent se recuperó ligeramente el viernes y llegó a 32 dólares, el petróleo de los Urales, la referencia en Rusia, se había derrumbado el jueves por debajo de los 20 dólares.

El ministro de Finanzas, Anton Siluanov, advirtió el miércoles que el presupuesto sería deficitario este año y que «sectores enteros de la economía se contraen».

Para hacer frente a la crisis del coronavirus, se han anunciado medidas de apoyo, así como un fondo de 300.000 millones de rublos (3.519 millones de euros). Las autoridades deberían así vigilar los precios y apoyar a los sectores especialmente afectados.

Además, el Banco Central aprobó «un conjunto de medidas que pretenden mantener la estabilidad financiera, apoyar a los ciudadanos y a las empresas», recordó el viernes su presidenta, Elvira Nabiullina.

Contrariamente a lo que hacen muchos bancos centrales en el mundo, que bajaron sus tasas para apoyar a la economía, el ruso se vio frenado por la caída considerable del rublo, lo que le llevó a mantener los tipos de interés para proteger su moneda, tras «barajar todas las opciones», dijo Nabiullina.

Pese a todo y según Sofya Donets, directora de Renacimiento Capital en Rusia, el país está en mejores condiciones para soportar las conmociones actuales que muchas otras naciones.

Recesión

Los años de sanciones occidentales y de creciente aislamiento también han hecho que Rusia sea menos sensible a las crisis mundiales.

«Rusia tiene una posición macroeconómica mucho más fuerte» que antes, recordó a la AFP Louise Dickson, analista en Rystad Energy.

«Pero cuando el petróleo se situó en 18 dólares en agosto de 1998 provocó que el rublo perdiera un 70% de su valor y un impago. Hicieron falta dos años para volver al nivel previo a la crisis», agregó.

Y será la población rusa la que se vea más perjudicada, ya que las promesas presidenciales de una mejora del nivel de vida corren el riesgo de evaporarse.

Para el actual mandato, que concluye en 2024, Vladimir Putin prometió reducir a la mitad la pobreza y lograr un crecimiento superior al de la economía mundial.

Con este fin anunció inversiones millonarias. Pero después de un crecimiento decepcionante en 2019 (+1,3%), las esperanzas de mejorar en 2020 son complicadas. La frustración de una población empobrecida, que sufre desde 2014 una pérdida progresiva de su poder adquisitivo, fue la razón principal de la impopularidad del gobierno que Putin destituyó en enero.

«El retroceso del nivel de vida sera peor que en 2014, peor que en la crisis de 2008-2009», previó Igor Nikolaiev, director del instituto de análisis FBK Grant Thornton en Rusia.

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