El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha asegurado hoy que esta crisis por la pandemia del coronavirus «sí distingue de clase social» y ha celebrado que no se aplique ahora la austeridad que protagonizó la crisis de 2008.
En lo que ha constituido su primera intervención pública desde que se declaró el estado de alarma por parte del Gobierno el pasado sábado, Iglesias ha hecho una defensa cerrada de que solo desde el Estado y desde lo público se puede hacer frente a este desafío y que es la única manera de crear «un escudo social»: «lo público nunca se pone de perfil».
En una respuesta ante las denuncias de Cataluña, de que se están incautando mascarillas que van para los hospitales de esta CCCA, el vicepresidente ha dicho que no iba a entrar en polémicas porque esta «guerra» no distingue de territorios, pero ha apuntado que sí distingue de clase social.
«No voy a entrar en un enfrentamiento entre administraciones, tenemos que trabajar codo con codo, independientemente de nuestra ideología, independientemente del partido que seamos cada uno, para enfrentar una guerra que no distingue de territorios, pero que por desgracia sí distingue de clase social», ha exclamado.
En este sentido, ha afirmado que el paquete socioconómico que supone la mayor movilización de recursos responde a un hecho evidente para todo el mundo y en especial para la gente más humilde. Afirma que no es solo una emergencia sanitaria, sino económica y social y significa que «no se puede dejar a nadie desatendido».
Considera que se debe hacer todo lo posible por construir un «escudo social» capaz de amortiguar lo máximo posible el impacto negativo de la crisis del coronavirus sobre la economía, el empleo, las familias y los colectivos mas vulnerables.
SALIR UNIDO DE LA CRISIS: DECLARACIÓN VACÍA SI SE DEJA A ALGUIEN ATRÁS
En este contexto, ha apuntado que decir que este virus lo vencemos unidos es una «declaración vacía» si eso no significa que ninguna persona queda desamparada en esta situación.
Durante su intervención, Pablo Iglesias se ha felicitado de que esta semana, con las medidas económicas aprobadas por el Gobierno para hacer frente a las consecuencias de esta crisis, se haya marcado un «punto de inflexión» en la política económica de Europa y de España.
Se debe, ha dicho, a que se ha tomado la decisión de dejar atrás los «dogmas» de la austeridad fiscal que, en su opinión, ya fracasaron en la anterior crisis. Según Iglesias, ahora se debe emprender un camino diferente y utilizar todas las herramientas y recursos del Estado para proteger a las familias frente a unas recetas que en la última crisis pusieron «como primera prioridad de la sociedad el déficit público, por encima del empleo, por encima de la salud, de la economía de los hogares».
Por ello, considera que el paquete de medidas económicas aprobado el martes en el Consejo de Ministros es un «paso histórico» que pone a España a recorrer ese nuevo camino. Aunque considera que esas medidas no serán suficientes y será necesario implementar otras para responder a esta situación con todos los instrumentos y sin escatimar esfuerzos como, según Iglesias, están diciendo economistas de todos los países y de diferentes escuelas económicas.
«Los esfuerzos que no hagamos hoy serán las desgracias de mañana para muchísima gente», ha exclamado antes de hacer una defensa cerrada de lo público. «Si algo se ha demostrado a nivel mundial, a nivel civilizatorio es que solo desde el Estado y del sector publico se pueden dar respuesta coordinada, planificada y contundente que proteja y de seguridad a la gente», ha señalado.
«Una vez más se demuestra que es el patriotismo de lo público, de la rex pública el mayor elemento de orgullo que podemos sentir», ha añadido.
Abundando en esta idea ha pedido aprender de la experiencia y apostar de cara al futuro por unos servicios públicos que, en su opinión, son el único «escudo social, el único cinturón de seguridad» con el que cuentan las sociedades para su bienestar y seguridad.
Y para Iglesias, «aprender de los errores de 2008» significa que esta vez la crisis se afronta garantizando también que «la gente más vulnerable no va a quedar desamparada» y que «la gente trabajadora no se tenga que jugar la salud y la de los suyos» y para ello, ha dicho, tendrán el derecho a adaptar o reducir su jornada laboral, incluso al cien por cien, si tiene que cuidar a un familiar.
El vicepresidente también ha querido repetir lo que suponen las medidas del decreto económico del martes, aunque ya las presentó el presidente del Gobierno, y ha reiterado que con ellas se evitarán despidos, se garantizará que los afectados por los ERTE reciban una prestación sin consumir el derecho a paro, que a nadie la van a cortar la luz o echarle de su casa y que los autónomos que han visto mermada su actividad o interrumpida tengan derecho a una prestación.
LE EMOCIONA LA HUMANIDAD DE LA MINISTRA DE DEFENSA
Durante su intervención, ha querido también agradecer tanto al ministro de Sanidad como a la de Defensa el trabajo que están realizando. Y en especial, se ha detenido con Margarita Robles, para poner de manifiesto que le emociona su humanidad.
La ha agradecido su compromiso y ha dicho que no podía imaginar que la primera preocupación de la Ministra de Defensa fuera atender a los más vulnerables. «Me emocionó enormemente y es un orgullo trabajar a su lado», ha remachado.
También le ha dado las gracias «emocionadas» al Ministerio de Sanidad por la gestión que está haciendo de esta crisis y especialmente a su responsable, del que ha dicho que «se está dejando la piel».
