Siete países de la UE aplican ya controles en su frontera interior contra el coronavirus

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Siete países de la UE aplican ya controles en su frontera interior contra el coronavirus

Bruselas pide que el refuerzo del control fronterizo no dañe el funcionamiento del mercado interior

Controles de temperatura en la frontera entre Polonia y Alemania

Un total de siete Estados miembro, entre los que no está España, han notificado ya formalmente a la Comisión Europea su decisión de reintroducir controles temporales en su frontera interior como medida de prevención para tratar de frenar la propagación en su territorio del coronavirus.

Se trata de Austria, Hungría, República Checa, Dinamarca, Polonia, Lituania y Alemania, según ha indicado en una rueda de prensa en Bruselas el portavoz comunitario responsable de Interior, Adalbert Jahnz. Suiza que no pertenece a la UE pero sí al espacio sin fronteras Schengen también ha notificado a Bruselas la reintroducción de controles.

Las reglas del Código de fronteras Schengen para la libre circulación en este espacio obligan a los países que reintroducen controles temporales en la frontera interior a notificar esta medida al Ejecutivo comunitario y a informar al resto de socios. Bruselas puede evaluar después la aplicación de las normas pero no puede frenar al Estado miembro de imponer estos controles.

Sin embargo, el Ejecutivo comunitario ha recordado este lunes a las autoridades nacionales que deben asegurar que tales controles no provocan «grandes aglomeraciones», como colas en los pasos de control, que pudieran elevar el riesgo de contagio del virus.

Esta es una de las recomendaciones de las directrices trasladadas por Bruselas a los países en un documento en el que también les pide coordinación para que si deciden introducir controles sanitarios sea solo a un lado de la frontera y no a ambos.

Los países del área Schengen pueden tomar esta medida temporal solo en casos excepcionales por situación de emergencia por un plazo inicial de diez días, prorrogable hasta un máximo de dos meses.

Las normas del código Schengen permiten a los Estados miembro reintroducir controles en la frontera interior con carácter temporal y si responde a una «amenaza grave para el orden público o la seguridad interior».

Aunque esta definición no menciona el riesgo que plantea una pandemia, desde Bruselas han explicado en las últimas semanas que las crisis de salud pública encajarían en el supuesto de amenaza para el orden público, abriendo así la puerta a los países a tomar medidas por el coronavirus, aunque la Comisión haya insistido hasta ahora que no veía necesario ni eficaz el cierre de fronteras.

El Ejecutivo comunitario mantiene sin cambios desde el inicio de la crisis del coronavirus su opinión de que el cierre de las fronteras interiores no es la medida más adecuada para intentar contener la propagación de la pandemia y hace constantes llamadas a los países de la UE a coordinar sus movimientos.

DIRECTRICES PARA LA FRONTERA INTERIOR
En este contexto, la Comisión coordina videoconferencias regulares entre los responsables de Interior y Sanidad de los Veintisiete, la última en la mañana de este lunes, para poner en común las medidas que cada territorio está poniendo en marcha y el avance de la enfermedad.

Precisamente en ese foro la comisaria de Interior, Ylva Johansson, ha presentado unas directrices para la gestión de las fronteras interiores en la UE, con la intención de que los países coordinen mejor su respuesta y que la lucha contra el virus Covid 19 no se traduzca en acciones que puedan dañar el buen funcionamiento del mercado interior y entorpecer el paso fluido de mercancías y servicios.

«Aseguremos que los bienes y servicios esenciales continúan circulando en nuestro mercado interior, es la única manera de evitar problemas de desabastecimiento de equipamiento médico o de alimentos», ha advertido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a través de un comunicado.

«No es solo una cuestión económica, el mercado único es un instrumento clave para la solidaridad europea», ha remachado la conservadora alemana, que mantiene contactos con varios líderes de la UE para pedir la mejor coordinación.

Así las cosas, Bruselas insiste en la necesidad de que las autoridades nacionales se coordinen entre sí y advierte también de que toda persona que presente síntomas de contagio debe ser atendida a su salida o llegada de un Estado miembro y tener acceso a los ciudadanos necesarios, y ello debe ser coordinado por los dos países implicados.

También aclara que los Estados miembro pueden realizar controles médicos a los ciudadanos que entran en su territorio sin que ello signifique la reintroducción formal de los controles fronterizos interiores, pero con la salvedad que el resultado del análisis no les permite rechazar la entrada de la persona.

La diferencia entre un control sanitario normal y la reintroducción de controles interiores es que no se puede negar la entrada de las personas que pudieran estar enfermas sino que se les debe ofrecer atención médica, apunta el Ejecutivo comunitario.

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