Mujeres mayores de 55 años: «A veces te descartan solo porque tu apariencia no es tan joven»

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Mujeres mayores de 55 años: «A veces te descartan solo porque tu apariencia no es tan joven»

Diferentes testimonios coinciden en denunciar los prejuicios y obstáculos que deben superar para lograr un empleo.

Feminismo mujer

Ángela Gotsinou tiene 58 años y vive con su madre de 84 años en Madrid, a quien cuida. Su lugar de procedencia es Atenas (Grecia), donde residen sus hijos. Hace cinco años tuvo que tomar la difícil decisión de trasladarse a su país con su madre o quedarse en Madrid y optó por lo segundo, pues aquí la situación económica era algo más favorable y pensó que sus oportunidades de empleo serían mayores.

Desde entonces, ha desempeñado algunos trabajos en el sector Servicios Generales. Su último contrato, el más largo de los que ha firmado en los últimos cinco años, finalizó en noviembre. Trabajaba como recepcionista en un centro de idiomas, realizando la acogida y ofreciendo información a los usuarios.

«La edad muchas veces representa un problema para conseguir trabajo y debería ser al contrario. Las personas mayores de 55 años somos una generación preparada, con un gran bagaje, tenemos experiencia y podemos enseñar y complementarnos con los más jóvenes. Sin embargo, todavía hay mucho prejuicio, quizás piensan que no vamos a rendir igual o tal vez es una cuestión de pura discriminación: a veces te descartan solo porque tu apariencia no es tan joven», relata a Europa Press.

«Me he encontrado con la situación de ser descartada en la última fase de un proceso de selección, sin motivo aparente. Me considero una persona rápida y resolutiva, hablo tres idiomas y creo que puedo aportar mucho a las empresas», asevera.

El informe «#EmpleoParaTodas: la mujer en riesgo de exclusión en el mercado laboral», realizado con la colaboración de Bahía de Bizkaia Gas, ArcelorMittal, ThyssenKrupp y Aqualia, concluye que la mujer senior está adquiriendo y adquirirá un elevado protagonismo, en medio de un contexto de envejecimiento sin precedentes y en una coyuntura en la que se cumplen más de tres décadas desde la primera oleada de incorporación femenina al mercado de trabajo.

El estudio cifra en 1.617.200 ocupadas que superan los 55 años y recuerda que muchas de las jóvenes que se incorporaron masivamente al mercado de los años 80, en la actualidad ya sobrepasan los 55 años. A pesar de ello, las desempleadas mayores de 55 años son las únicas que han crecido en el último año (2%), frente al descenso generalizado del 2,6% de las paradas a nivel general. Además, el 65% es parada de larga duración, frente al 45% de media general.

La vida laboral de Pilar, de 57 años, comenzó cuando empezó a trabajar a los 18, siempre en el área de atención al público, en diversos sectores como el comercio textil o la farmacia ortopedia. Hace cuatro se quedó en paro, empezó a buscar trabajo pero esta vez no tenía suerte: «No llegaba ni a la entrevista. Me desilusioné muchísimo, pensé que la edad me estaba perjudicando y opté por quitarla del currículum, aunque en algunos casos no podía porque eran portales de empleo y este campo era obligatorio» lamenta.

Pilar se dio cuenta de que tenía que reciclarse: realizó un curso de informática y otro de motivación, en el que le ofrecieron herramientas y recursos clave para reconectar con el mercado laboral. «Fue entonces cuando recuperé las ganas de insistir en la búsqueda de empleo con ilusión», reconoce.

Pilar cree que superar los 55 años es un problema para encontrar trabajo ya que «muchas veces, las empresas creen que nuestra motivación es cotizar los años previos a la jubilación y olvidan todo lo demás que podemos aportarles. Por ejemplo, con la edad ves reforzadas muchas capacidades como la persuasión o la escucha».

Hace 15 días, consiguió un puesto como promotora en grandes almacenes: «En sectores como el mío, creo que tener una cierta edad puede proyectar más seguridad y confianza en el cliente a la hora de vender según qué producto».

«MIRAN TU EDAD Y TE DESCARTAN»

Idénticos obstáculos tuvo que sortear Pilar Santos, de 65 años. Su vida profesional se desarrolló en el mundo de las agencias de publicidad, donde comenzó desde muy joven con un perfil muy junior, hasta que llegó a ser la responsable de cuentas de la agencia. Más adelante incluso montaría su propia agencia con varios socios. Pero, tras un periodo desconectada del mundo profesional por motivos personales, nada volvió a ser lo mismo y desde hace 15 años no consigue un empleo estable: «miran tu edad de nacimiento y, directamente, te descartan» afirma.

«El mundo de la publicidad es muy complicado para los senior. En mi época había una mezcla de jóvenes, que solían ser los creativos, y personas con más edad, que se encargaban más de las cuentas y el trato con el cliente. Hoy directamente te descartan si no eres joven: pesa mucho más la edad que la formación y la experiencia» afirma Pilar. «Yo me siento muy activa, con muchas ganas de trabajar en lo que sea. ¡Pues imagínate las de 50 años!», exclama.

«También es un tema de desigualdad por ser mujer. Hay muchas más desempleadas senior que hombres. Yo lo veo constantemente en las entrevistas de trabajo a las voy; la mayoría somos mujeres. En la sociedad de hoy en día se sigue considerando al hombre como mejor formado y preparado que una mujer. Y no es verdad, sobre todo a nuestra edad. Somos mucho más flexibles para cualquier tipo de trabajo que muchos hombres y tenemos un sentido especial para poder hacer cualquier cosa. Y las que consiguen trabajo, cobran menos que si fuera un hombre. Parece que la tendencia es a acabar con este tipo de desigualdades, pero a mí ya no me llegará», lamenta.

«De momento voy consiguiendo algunos trabajos temporales que me ayudan tanto en lo económico como para sentirme jóvenes y capaces. Yo estoy dispuesta a trabajar en cualquier cosa, pero sé que es muy difícil que sea para un empleo estable», concluye.

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