Guterres expresa su esperanza de que el alto el fuego en Idlib sea «inmediato y duradero»

Guterres expresa su esperanza de que el alto el fuego en Idlib sea «inmediato y duradero»

Por otra parte, ha solicitado que se retome el proceso político facilitado por Naciones Unidas.

Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas

El secretario general de la ONU, António Guterres, ha expresado este jueves su esperanza de que el alto el fuego pactado en la provincia siria de Idlib (noroeste) entre los presidentes de Rusia y Turquía, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, respectivamente, sea «inmediato y duradero».

Asimismo, Guterres ha indicado que espera que el acuerdo de alto el fuego sirva para garantizar la protección de los civiles en esta región de Siria que, a su juicio, «ya han soportado enormes sacrificios», según un comunicado de su portavoz, Stéphane Dujarric.

Por otra parte, ha solicitado que se retome el proceso político facilitado por Naciones Unidas conforme a la resolución 2254 del Consejo de Seguridad del organismo.

Previamente, Dujarric ha explicado que la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, y el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley, han concluido una visita de dos días a Siria, tras la que han señalado que «es más urgente que nunca» poner fin a la violencia en todo el país. De forma paralela, ambos han subrayado la necesidad de «prestar servicios básicos y mejorar las condiciones económicas de las familias».

El acuerdo de alto el fuego en Idlib ha entrado en vigor esta medianoche. Contempla «el fin de las acciones militares» en la ‘zona segura’ de Idlib y la creación de un «corredor de seguridad» de seis kilómetros al norte y el sur de la autovía M4, que conecta Alepo y Latakia.

Asimismo, recoge que ambos países iniciarán patrullas conjuntas a partir del 15 de marzo en una franja a dos kilómetros a este y oeste de la ciudad de Saraqeb, considerada estratégica y en estos momentos en manos de las fuerzas gubernamentales.

Rusia y Turquía han destacado además la necesidad de «mantener la soberanía e integridad de Siria» y mantener la lucha contra «los grupos terroristas reconocidos por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas».

En este sentido, han incidido en que «el conflicto no puede resolverse por la vía militar» y han expresado su apoyo a la mediación de la ONU para lograr un acuerdo político fundamentado en la resolución 2254 del organismo internacional.

Por último, han hecho hincapié en la necesidad de «evitar el empeoramiento de la crisis humanitaria en Idlib», así como de entregar ayuda a los necesitados y ayudar a que los refugiados puedan regresar a sus hogares en el país árabe.

Turquía y Rusia, que apoyan a bandos distintos en el conflicto, alcanzaron en 2018 en Sochi un acuerdo para crear una zona desmilitarizada en Idlib para impedir una ofensiva del Ejército contra la provincia, controlada por rebeldes y yihadistas.

Asimismo, Turquía, Rusia e Irán son los garantes del conocido como proceso de paz de Astaná, lanzado en Kazajistán en enero de 2017 para poner fin a la guerra en Siria. El proceso va en paralelo al impulsado por Naciones Unidas en Ginebra.

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