¿Usura del siglo XXI? La banca afronta su primer ‘matchball’ con las tarjetas revolving

Tribunal Supremo

¿Usura del siglo XXI? La banca afronta su primer ‘matchball’ con las tarjetas revolving

El Tribunal Supremo debate sobre las tarjetas revolving en una sentencia que creará jurisprudencia.

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En el espacio de apenas siete días, la banca afronta dos sentencias que amenazan con emborronar su futuro: a la espera de la decisión de la justicia europea sobre el IRPH, hoy mismo el Tribunal Supremo español debatirá sobre las polémicas tarjetas revolving. El foco está puesto en dos claves: por un lado si se pueden considerar un tipo de usura, y por el otro si su comercialización es lo suficientemente transparente.

Las tarjetas revolving son un producto que ha generado polémica durante los últimos años, mientras las demandas han ido acumulándose en los juzgados. A diferencia de las tarjetas de crédito habituales, que permiten pagar todo lo gastado el mes siguiente (sin intereses), en las revolving solo existe la opción de aplazar el pago a plazos (con intereses). Su peculiaridad reside en que la deuda derivada del crédito se ‘renueva’ mensualmente: disminuye con los abonos que haces a través del pago de las cuotas, pero aumenta mediante el uso de la tarjeta (pagos, reintegros en cajero), así como con los intereses, las comisiones y otros gastos generados, que se financian conjuntamente

El propio Banco de España advierte en su portal del cliente bancario del riesgo de este producto. “Si se paga una cuota mensual baja respecto al importe de la deuda, la amortización del principal se realizará a un plazo muy largo, lo que puede derivar en que tengas que pagar muchos intereses. Por otra, hace que no sea posible emitir un cuadro de amortización previo (como sí ocurre, por ejemplo, cuando contratas un préstamo), al variar la deuda y, en su caso, las cuotas mensuales a pagar”.

Ahora, el Tribunal Supremo deberá decidir sobre este producto, y “la nueva sentencia creará jurisprudencia”, advierten los expertos de HelpMyCash. “Si sale favorable para el consumidor, podría abrir la puerta a reclamaciones en masa e incluso a cambiar la forma en la que estos productos se conceden, así como sus características”. Por otro lado, “si no sale favorable para el consumidor, creará desconcierto al no seguir lo que antiguas sentencias han fallado”.

La sentencia se centrará especialmente en tres ámbitos, explican los expertos de HelpMyCash. En primer lugar, los tipos de interés que aplican. Según los últimos datos del Banco de España, relativos a diciembre, el tipo medio de las tarjetas de crédito era del 19,67%. Un interés que casi triplica el interés medio de los créditos al consumo (6,66% de acuerdo con el regulador). En segundo lugar, su modalidad de pago, ya que nos permiten pagar cuotas muy bajas, alargando “casi eternamente el reembolso” y consiguiendo así que se generen intereses durante muchos años.

Por último, la transparencia que existe al contratar estos productos. “Los consumidores no siempre saben cómo funcionan las tarjetas revolving, cuánto pagarán en total ni durante cuánto tiempo estarán pagando, lo que complica que tomen una decisión responsable sobre cómo utilizarlas”.

Tal y como señala también Asufin, “la defensa del consumidor en los pleitos por tarjetas revolving no solo se debe fundamentar en su carácter usurario, sino en su falta de transparencia”. La asociación señala que aunque más del 90% de las sentencias dictadas se basan en el carácter usurario de las revolving, “el propio Banco de España lleva años señalando en sus memorias de reclamaciones la complejidad del sistema de amortización y la conveniencia de que las entidades ofrezcan información clara y transparente a sus clientes”.

“La comercialización de estos productos debe responder a los principios de préstamo responsable, realizando una correcta evaluación de la solvencia de prestatario e informándole correctamente e incluso facilitándole algún tipo de simulación de cuotas y amortización”, señala Patricia Suárez, presidenta de Asufin.

¿Qué implicaciones tendrá la sentencia de las revolving?

Si la sentencia del Supremo es favorable para el consumidor, “se abrirá la puerta a reclamaciones en masa de afectados por las tarjetas revolving y le costaría millones a la banca”, señala HelpMyCash. Además, “es probable que las nuevas tarjetas cambien las condiciones rebajando los intereses o limitando los plazos de reembolso de estos productos”.

No obstante, una decisión de este calibre “también podría afectar negativamente a los consumidores”. Si la rentabilidad de las tarjetas revolving ya no compensa los riesgos que asumen los bancos al emitirlas, es posible que las entidades cancelen muchos contratos de tarjetas de crédito o rebajen los límites de crédito actuales, considera el comparador financiero.

Incluso si la sentencia es favorable a la banca, podría ser que las entidades “se cubriesen las espaldas” ante reclamaciones futuras haciendo cambios en las características de sus tarjetas, así como en la comunicación en la contratación.

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