El líder de Def con Dos, César Strawberry, ha avisado este jueves de los riesgos que, a su juicio, tendría penalizar el enaltecimiento del franquismo. Por un lado, augura que serviría para «cohesionar» y dar alas a un colectivo que en realidad es «residual» y por otro, alerta de que, como ocurre con otros delitos de odio, podría acabar aplicándose para perseguir «a los de siempre».
Strawberry, que fue condenado por un delito de enaltecimiento del terrorismo por el Tribunal Supremo y cuyo caso está siendo revisado estos días por el Constitucional, sostiene que ampliar los delitos de opinión «es algo muy peligroso» en un país en el que la «judicatura es mayoritariamente conservadora». «Al final quienes van a ser encausados utilizando estas leyes son aquellos a los que esas leyes aspiraba a proteger», ha señalado.
El cantante ha explicado a Europa Press que, en sintonía con otras legislaciones europeas, sería entendible que se prohibieran la apología del «fascismo», las «referencias claras al holocausto» o el «saludo nazi», pero para perseguir el enaltecimiento del franquismo, primero habría que definir qué es exactamente el franquismo, lo que no ve fácil.
«¿Comprar una botella con la cara de José Antonio es franquista?», se ha preguntado, antes de avisar de que es «peligroso» incorporar al Código Penal delitos que no estén perfectamente definidos porque «por ese resquicio puede ser incriminado cualquiera».
LES HARÁ VÍCTIMAS
Desde su punto de vista, eso es lo que está pasando con el delito de odio, «que se hizo para proteger a las minorías vulnerables y susceptibles de ser agredidas por mayorías fuertes blancas y robustas y se le está dando la vuelta».
Para el líder de Def con Dos, penalizar la apología del franquismo «lo que va a favorecer es precisamente lo que intenta perseguir» porque «convertirá en víctimas a un colectivo que va a encontrar cohesión».
«La defensa del franquismo se va convirtiendo en residual por el paso del tiempo», ha abundado, incidiendo en que si se penaliza su enaltecimiento «se podría armar muy gorda» porque la judicatura «mayoritariamente conservadora» le «podría dar la vuelta para perseguir a los de siempre».
