Banco de España alerta de la baja rentabilidad de la banca europea

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Banco de España alerta de la baja rentabilidad de la banca europea

Hernández de Cos pide precaución con respecto a establecer una relación “simplista” entre la baja rentabilidad y la política monetaria.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha criticado que la banca europea tenga una rentabilidad sobre el capital muy inferior a la observada antes de la crisis, y ha destacado sus implicaciones negativas para la estabilidad financiera.

Así lo ha puesto de manifiesto De Cos durante su intervención en la undécima ‘Spanish Capital Markets Conference’, organizada por AFME en colaboración con la AEB, y donde ha aprovechado para hacer alusión al impacto negativo mundial y todavía «difícil de estimar» del brote de coronavirus.

El gobernador ha explicado que la baja rentabilidad limita la capacidad de las entidades para generar amortiguadores de capital, su capacidad para absorber ‘shocks’ negativos e incluso les empuja hacia el establecimiento de estrategias arriesgadas.

La banca se queja de que parte del problema de su baja rentabilidad se deriva de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), que mantiene tipos de interés negativos y se prevé que se mantenga durante un periodo de tiempo prolongado.

No obstante, De Cos ha pedido precaución con respecto a establecer una relación «simplista» entre la baja rentabilidad y la política monetaria. De este modo, ha destacado los rendimientos de los bancos canadienses, estadounidenses y suecos.

De hecho, ha puesto como ejemplo el caso de Suecia, donde el Riksbank ha seguido una política de tipos negativos desde 2015 hasta hace muy poco, si bien los índices de rentabilidad de los bancos en el país son «relativamente altos».

El gobernador del Banco de España ha señalado que, si bien los tipos bajos pueden ejercer cierta presión en los márgenes de intermediación, también promueven la demanda de préstamos, mejorar la calidad crediticia y generan ganancias de capital en las carteras de valores de los bancos.

Así, ha reconocido que no se puede ignorar la posibilidad de que si los tipos son bajos o negativos de forma persistente pueden perjudicar a la rentabilidad bancaria, pero considera que principalmente impulsan el crecimiento económico y reparan los balances de las entidades.

En este sentido, cree que los bancos deben intensificar sus esfuerzos en adaptar sus modelos de negocio para ser más rentables, mejorando su eficiencia a través de herramientas de reducción de costes, mayor consolidación o adopción de nuevas tecnologías.

Al mismo tiempo, ha señalado la necesidad de diversificar sus fuentes de ingresos, subrayando la «exitosa» diversificación geográfica llevada a cabo por algunas entidades españolas antes de la crisis, que les ayudó no sólo a hacer frente a la recesión, sino que aún sigue representando una vía importante de crecimiento.

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