Antes de firmar, encuentra los mejores préstamos para tu perfil

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Antes de firmar, encuentra los mejores préstamos para tu perfil

Lo primero que debes preguntarte es si de verdad necesitas un préstamo o solo lo consideras porque una institución te lo ofreció.

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Existen muchos productos financieros en el mercado, sin embargo la letra chiquita puede volverse un dolor de cabeza si no la lees detenidamente y sabes qué condiciones estás aceptando. Pero ojo: los préstamos no son “El Mal”. Por el contrario, se pueden convertir en un vehículo para que tu empresa crezca y alcance objetivos nuevos. Eso, claro, si son bien elegidos y bien usados.

A fin de evitarte problemas a futuro es imperante que compares tus opciones y tomes una decisión informada para encontrar los mejores préstamos.

Cuándo sí y cuándo no pedir un préstamo

Lo primero que debes preguntarte es si de verdad necesitas un préstamo o solo lo consideras porque una institución te lo ofreció. Esta herramienta de financiamiento no está diseñada para que una compañía tenga más flujo de capital sin un objetivo concreto y mucho menos para pagar la nómina o bonos a los socios.

Así, solo debes considerar un préstamo cuando tengas un plan de crecimiento que requiere de inversión, como crear un área nueva de tu negocio, comprar suministros o un inmueble. Un plan sólido para ese dinero no solo te dará acceso a los mejores préstamos, sino que es un requisito básico cuando los solicites.

De esta forma, se resuelve la duda natural de cuánto dinero debes de pedir. Si el edificio que quieres comprar tiene un costo de mercado de 1 millón de pesos y no necesita adecuaciones, deberás pedir ese millón solamente. Si por el contrario, sabes que debes invertir 250.000 euros más para su remodelación, entonces deberás pedir 1.250 millones de euros. No más, no menos.

No llegues a tu banco o financiera con una idea; investiga cuánto capital requieres, escribe un plan, compara y, entonces sí, solicita tu préstamo.

Las letras chiquitas

Antes de que firmes el contrato con la institución bancaria, asegúrate de que tienes las mejores opciones de préstamo frente a ti. Puedes usar una lista de pros y contras comparando las opciones que te parecen más atractivas al tomar en cuenta cosas como:

– Intereses mensuales y por mora.

– Tasa de interés anual.

– Si tu préstamo está en euros, dólares o alguna medida que pueda fluctuar acorde con la inflación.

– Si existen penalizaciones por adelanto de pago a capital.

– Comisiones.

– La liberación de tus garantías posterior al pago de tu préstamo.

Esas letras chiquitas de los contratos son las que tienen la información más relevante para tomar una decisión, así que exige que te permitan leer y analizar los contratos y no te quedes con la información que aparece en el folleto promocional.

El pago a tiempo

Una vez que ya sabes cuánto necesitas, siéntate con tu equipo de administración, departamento de contabilidad o Chief Financial Officer (CFO) a hacer cuentas. Puede ser que de verdad necesites el dinero para tu expansión pero, ¿lo vas a poder pagar mes a mes?

Cada préstamo tiene sus propias condiciones. En algunos casos tendrás que hacer pagos mensuales, en otros, trimestrales. Pero lo más importante es que tengas la certeza de que, cuando llegue la fecha de pago, podrás cumplirla.

No hacerlo te traerá múltiples consecuencias, desde los intereses por mora (que se suman a los que ya estás pagando de tu préstamo original) hasta el historial crediticio que estás creando. ¡Piénsalo! ¿Tú le volverías a prestar dinero a alguien que en el pasado tardó más de lo acordado en pagarte o, peor aún, nunca te pagó? No lo harías y las instituciones financieras tampoco.

Además, volverte un buen pagador hará que tengas acceso a más capital, más productos, opciones más baratas y hasta a convertirte en el líder de una empresa atractiva para los inversionistas que buscan invertir por acciones.

Solicitar financiamiento es sano para una compañía. Toma el ejemplo del gigante de tecnología Apple. En 2019 pidió prestados 7,000 millones de dólares a sus inversionistas, no porque no tuviera capital de trabajo sino porque la empresa requería de inversión en los departamentos de investigación y desarrollo. Así que, si tienes un plan de crecimiento, busca los mejores préstamos, analízalos y elige el que funcione mejor para ti y tu empresa.

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