El director de la empresa estatal petrolera de Libia advierte de que el país podría convertirse «en una nueva Siria»

El director de la empresa estatal petrolera de Libia advierte de que el país podría convertirse «en una nueva Siria»

La importancia de que la comunidad internacional "entienda que si premia, o incluso tolera, a los que violan la ley en Libia, será cómplice del fin del Estado de Derecho en el país".

Combatientes de una milicia de Misrata leal al Gobierno de Libia en Trípoli

El director de la empresa estatal petrolera de Libia, Mustafá Sanalá, ha avisado este martes de que la situación en el país se está deteriorando y ha advertido de que podría convertirse «en una nueva Siria». En una entrevista concedida a la cadena de televisión británica BBC, Sanalá, quien encabeza la Compañía Nacional de Petróleo (NOC), ha pedido a Estados Unidos, Francia y Reino Unido que hagan más para impedir la interferencia extranjera en el conflicto.

Durante la jornada del lunes, Sanalá participó en un acto en Chatham House en el que destacó la importancia de que la comunidad internacional «entienda que si premia, o incluso tolera, a los que violan la ley en Libia, será cómplice del fin del Estado de Derecho en el país».

«Eso significa más corrupción, más crímenes, más injusticia y más pobreza», dijo, según un extracto de sus declaraciones publicadas por la NOC en su página web.

Asimismo, denunció los recientes bloqueos en puertos petroleros y alertó del «devastador» impacto que tendrán sobre la economía del país y la vida de la población, dado que las exportaciones de petróleo suponen la principal fuente de ingresos de Libia.

La NOC informó el 18 de enero de que las fuerzas del mariscal de campo Jalifa Haftar habían bloqueado las exportaciones de petróleo en los puertos de Brega, Hariga, Ras Lanuf, Sidra y Zueitina, provocando la declaración del estado de fuerza mayor, lo que supone la pérdida del 60 por ciento de la producción diaria.

Por último, Sanalá dijo que «sólo hay una solución» al conflicto en Libia y lamentó que «parece que los países que tradicionalmente han defendido más firmemente el Estado de Derecho necesitan encontrar su voz y un objetivo común».

«No se trata de elegir un bando u otro en Libia. Hay demasiados bandos, demasiados intereses. El conflicto en Libia va sobre lo correcto y lo incorrecto», zanjó.

Haftar y el primer ministro del Gobierno con sede en Trípoli, Fayez Serraj, acordaron en Berlín un «plan integral» para la solución del conflicto armado en Libia que incluye un alto el fuego y una comisión militar de verificación integrada por ambos bandos para velar por su cumplimiento, si bien desde entonces se han registrado varios ataques y cruces de acusaciones.

Haftar, leal a las autoridades asentadas en el este del país, lanzó su ofensiva en abril de 2019, durante una visita al país del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, y diez días antes del inicio de una conferencia nacional que estaba en el centro del proceso de paz impulsado por el enviado especial de la ONU para Libia, Ghasán Salamé.

Asimismo, anunció a mediados de diciembre el inicio de la «batalla final» y la «hora cero» por Trípoli y ordenó a sus fuerzas avanzar hacia la ciudad. En este contexto, las fuerzas de Haftar tomaron por sorpresa a principios de enero la ciudad de Sirte, en un duro golpe al gobierno de unidad.

Es por ello que, en las últimas semanas, tanto la Misión de Apoyo de la ONU en Libia (UNSMIL) como la Unión Europea han dado la voz de alarma ante la escalada del conflicto en el que está sumido el país desde la muerte de Muamar Gadafi en 2011 y la guerra contra Estado Islámico.

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