Buenafuente y Abril ofrecen una gala con reivindicaciones feministas, sociales y varias alusiones políticas

Premios Goya

Buenafuente y Abril ofrecen una gala con reivindicaciones feministas, sociales y varias alusiones políticas

La gala se abría con un número musical en el que han salido al escenario algunos de los candidatos a los premios.

Los presentadores de la gala Andreu Buenafuente y Silvia Abril posa en la alfombra roja de la XXXIV edición de los Premios Goya

La 34 edicion de los Premios Goya celebrados este sábado 25 de enero en el Pabellón Martín Carpena de Malága han transcurrido con una gala con una duración de más de tres horas y media, varias actuaciones musicales y en la que los participantes han incluido reivindicaciones feministas y sociales y algunas alusiones políticas.

La gala se abría con un número musical en el que han salido al escenario algunos de los candidatos a los premios, y ya se ha dado la primera alusión política: una parte hablaba del cine quinqui de los ochenta y se recordaba al «Torete, Vaquilla y Barcenitas, hay que ver cómo nos gusta el chorizo. Fin de la cita». Las diversas canciones han servido para recordar películas significativas del cine español como ‘Jamón, jamón’, ‘Mar adentro’, ‘El día de la bestia’ o ‘Tesis’.

Benedicta Sánchez ha sido la primera en inaugurar el casillero de los ganadores y ha dado pie a un guiño –celebrar su premio con una parte del discurso en gallego– que luego han repetido los responsables del sonido en ‘La trinchera infinita’, en este caso hablando en vasco para los agradecimientos, o la productora de ‘Suc de Sindría’, Miriam Porté, en catalán.

El turno del discurso inaugural ha llegado tras la entrega de los dos primeros premios. Buenafuente y Abril se han dirigido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y han bromeado al no saber cómo dirigirse a él. «El presidente es Mariano, Pedro es Almodóvar y el guapo es Banderas», han comentado entre las risas de los asistentes y el propio dirigente.

La otra alusión de los presentadores ha sido para el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, cuando estaban explicando las sinopsis de las cintas favoritas. En ‘O que arde’ Almeida tiene que escoger entre salvar al Amazonas o a Notre-Dame», ha ironizado Buenafuente.

Después ha tomado el relevo el actor Juan Diego Botto, al entregar el premio a Mejor canción original, recordando cómo la película ‘Sobreviviré’, que protagonizó con Emma Suárez en 1999, hablaba sobre «la libertad de amar independientemente del sexo» y ha defendido que ésos son los «valores en los que, a pesar de cualquier censura, merece la pena seguir educando a futuras generaciones».

En esta misma línea, la cineasta Belén Funes al recoger su premio a Mejor Dirección Novel ha agradecido a sus padres su educación en «la cultura del esfuerzo y en la libertad». Ya casi al final, Abril ha vuelto a bromear con la política ironizando con que en esta gala «solo se recordará a quien gane». «O como lo llamamos en este país: memoria histórica», ha añadido.

Pero quizás quien más directamente ha interpelado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, –presente en la gala sentado junto al presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso, y el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes– ha sido el cineasta Pedro Almodóvar en sus discurso.

En su primera intervención, le ha deseado a Sánchez que le vaya «muy bien» como «el coautor del guion de todos los ciudadanos españoles en los próximos cuatro años». Posteriormente, ha pedido al recoger el premio Goya a Mejor Dirección «protección de Estado» para el cine de autor, que está en «serias vías de extinción».

Por su parte, el equipo de sonido de ‘La trinchera infinita’ ha recordado a esos ‘topos’ que «sufrieron de alguna manera la desaparición durante la Guerra Civil y algunos la forzada». «Hoy en día habría que sacarlos ya a esos desaparecidos y hacerlos desaparecer con sus familiares para que no sigan sufriendo. Y mañana seguiría siendo tarde», han dicho al recoger el premio en su categoría.

A mitad de la ceremonia ha llegado el discurso del presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso, que ha optado por centrarse en la «precariedad del sector» y ha reivindicado la importancia de trabajar en un «país de convivencia y respeto de todos y todas».

PROCLAMAS SOCIALES

También las proclamas sobre problemas sociales han tenido cabida, como las del actor negro Emilio Buale al presentar uno de los premios –«es un orgullo ser parte de este gran país, que apuesta por la inclusión. Vivir y dejar vivir», ha señalado–, el pianista James Rhodes –«Hoy mis pensamientos están con los niños y las niñas de los centros de menores de Mallorca»– o el músico Ara Malikian al recoger un galardón –«Hoy nos quieren hacer creer que los refugiados somos causa y miseria de la sociedad»–.

Al presentar uno de los premios, los Javis han sido ‘placados’ por miembros de seguridad para dar paso a una espontánea que lucía un cartel con ‘Salvemos el planeta’ y el cuerpo lleno de pegatinas hablando de la emergencia climática –un número preparado–.

La gala ha incluido varios momentos musicales, destacando algunos como el cierre a cargo de Antonio Banderas y su ‘Chorus line’ o la actuación de Jaime Cullum al piano con el habitual ‘in memoriam’ de la Academia. El cantautor Patxi Andión, las actrices Asunción Balaguer –una de las que más aplausos ha levantado– y Paloma Cela, los actores Nicolas Dueñas, Arturo Fernández o Eduardo Gómez, el crítico Diego Galán o el humorista Galindo han sido algunos de los rostros que han desfilado por la gran pantalla.

AMAIA HOMENAJEA A PEPA FLORES

También ha sido un momento emotivo la aparición en el escenario de Amaia para homenajear a Pepa Flores –quien finalmente no ha acudido a la gala– por su Goya de Honor. La cantante ha interpretado ‘La canción de Marisol’, de la película ‘Ha llegado un ángel’ y compuesta por Augusto Algueró, con una voz dulce que ha recordado a la interpretación de la propia Pepa Flores.

Después, su hija Celia Flores ha cantado la mítica ‘Estando contigo’, ambas con imágenes de las películas de Marisol. Las tres hijas de la actriz han subido a recoger el Goya de Honor. «Querida mamá, querida Pepita, disfrútalo desde ese lugar en calma que has querido y tanto te ha costado», ha celebrado su hija, la también actriz María Esteve.

SILVIA ABRIL, ‘SUPERHEROÍNA’

Silvia Abril ha sido la primera en hablar de las mujeres con un número interpretando a la superheroína Supér Suárez. «Soy actriz en España, invisible desde que cumplí los 40. Soy señora de. Y mirad lo que pasa si digo que soy catalana (peso que cae encima)». Al finalizar su número, la presentadora se ha chocado contra un techo de cristal, rompiéndolo.

Posteriormente, las bromas se han sucedido, como cuando acudía a recoger un premio con prisa en un ‘sketch’, diciendo que la nueva ministra de Igualdad, Irene montero va a «tener que hacer algo, porque esto de la conciliación es una estafa». O como cuando se refirió a la categoría de mejor película diciendo que el premiado iba a ser «un director o un director».

En el momento en que tanto la productora, Miriam Porté, –«a quienes tengan en su mano revertir esta situación (de ausencia de mujeres en el sector), que lo hagan cuanto antes»– como la directora, Irene Moray –«el cortometraje habla de mujeres que tienen derecho a triunfar, disfrutar de la vida y ‘correrse'»–, dos mujeres ya habían sido premiadas en categorías técnicas, algo diferente a otras ediciones: montaje y producción.

En esta edición también han participado caras conocidas para presentar las películas favoritas, como ha sido el caso del exfutbolista Carles Puyol o la nadadores Ona Carbonell, además del pianista James Rhodes, entre otros. Incluso la exministra de Cultura Ángeles González-Sinde ha participado en un número bromeando con que ser ministro de Cultura es «una cosa muy vulgar».

Para concluir, Buenafuente y Abril han bromeado con la duración de la gala y su futura participación en otra edición. «Han sido casi cuatro horas, pero a mí se me ha hecho corto. Quizás este ha sido nuestro último año…a lo mejor, si hacemos algo que nos deja fatal, ya nos descartan», han dicho antes de irse con una bata que dejaba ver su espalda y un tanga cada uno.

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