Una de cal y otra de arena para la economía española

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Una de cal y otra de arena para la economía española

Como principal dato positivo podemos destacar que el pasado diciembre marcó un récord de afiliados a la Seguridad Social.

Bandera de España

Con la lupa centrada en las vicisitudes de la vida política española no debemos perder de vista los últimos resultados que nos ha brindado la economía española durante el 2019, para tratar de prever cómo se comportará durante el año que acaba de comenzar.

Como principal dato positivo podemos destacar que el pasado diciembre marcó un récord de afiliados a la Seguridad Social, con más de 19,4 millones, pero unido al menor ritmo de creación de empleo desde 2013, dato muy preocupante si tenemos en cuenta que el porcentaje de parados aún no ha bajado del 14%.

El paro baja, pero baja poco

Es cierto que al terminar el 2019 teníamos en España menos parados que al terminar el 2018, pero si nos acercamos a las cifras podemos intuir que el ritmo de creación de empleo se está ralentizando y es claramente insuficiente.

Todo ello a pesar de que para el gobierno las cifras son esperanzadoras, ya que la media de afiliados a lo largo del año, por encima de los 19,2 millones, es la cifra más alta de la serie.

A pesar de ello recordemos que el mes pasado Bruselas ya reprendió a España por las cifras de déficit y de paro, ya que el elevado déficit limitará muchísimo la maniobrabilidad del gobierno en dificultades futuras, lo que unido a un elevado porcentaje de paro puede suponer una piedra demasiado grande en el futuro de la economía española.

La crisis que viene

Resulta descorazonador pensar en preparase para una próxima crisis, pero no son pocos los analistas que ven indicios de que estamos a punto de entrar en un ciclo recesivo, todo eso cuando en España estamos lejos de habernos recuperado de la crisis del 2007, como muestran los datos anteriormente citados.

Ante la incertidumbre los inversores tienen varias opciones; invertir en valores refugio, invertir de manera tradicional en acciones de empresas con buenas perspectivas de futuro aun en tiempos de crisis o hacer trading para especular sobre las subidas y bajadas en los precios de diferentes activos financieros.

Mantener el dinero en puerto seguro

Si no nos sentimos aventureros, lo más común es colocar nuestro dinero en activos que tienen poco riesgo, tradicionalmente han sido el oro (que ha terminado el 2019 y comenzado el 2020 con fuertes subidas), los bonos del estado, e incluso hay quién ve ciertas inversiones inmobiliarias como activo refugio. No nos darán grandes réditos, pero el riesgo de pérdida es menor que si nos dedicamos a comprar y vender en un mercado volátil.

Inversión y trading mediante CFDs

Si nos decidimos por arriesgar para tratar de ganar tenemos varias opciones; entre ellas la inversión tradicional que consiste en comprar un activo valioso que creemos que se va a revalorizar en el futuro o bien un activo que se ha depreciado, pero en el cual confiamos para que recupere una cotización más alta antes de venderlo y sacar beneficio. Por lo tanto, en la inversión tradicional solo obtenemos beneficio cuando el activo con el cuál operamos aumenta su cotización.

Otra forma de invertir es el trading mediante CFDs o contratos por diferencia. En caso de preferir esta opción abriremos una cuenta con un bróker debidamente regulado y en vez de comprar el activo en cuestión especulamos sobre su precio mediante los contratos por diferencia. La ganancia o pérdida será la diferencia entre el valor del activo cuando se abre la operación y su valor cuando se cierra. Una de las principales divergencias con las formas de inversión más tradicionales es que podemos ganar dinero incluso en un mercado bajista, ya que al abrir la operación podemos decidir que esa diferencia en el precio del activo se dará a la baja. Otra de sus características es que operamos apalancados, es decir, nosotros aportamos una pequeña parte del capital necesario para operar y el bróker nos financia el resto (es decir, operamos con deuda), lo que evidentemente nos expone a ganancias y pérdidas potenciales mayores. No es una forma de operar sencilla, de hecho, un porcentaje muy elevado de traders minoristas terminan perdiendo dinero, por lo tanto, debemos conocer bien su operativa, mediante cuentas demo, por ejemplo, y sus mecanismos de seguridad como los stop loss o los take profit.

Por supuesto, tanto si invertimos como si nos dedicamos al trading estaremos arriesgando nuestro dinero, por lo tanto, es más que recomendable, obligatorio de hecho, formarnos bien antes de empeñar un solo euro.

Como ven es cuestión de decidir y valorar nuestras posibilidades, tiempos de crisis son tiempos de oportunidades… al menos para unos pocos.

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