El BCE empieza a hacer pruebas para un euro digital que permita transacciones anónimas

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El BCE empieza a hacer pruebas para un euro digital que permita transacciones anónimas

La lucha contra el lavado de dinero al tiempo que se asegura el anonimato de los ciudadanos, el gran desafío de las monedas digitales.

Christine Lagarde, presidenta del BCE

La semana pasada, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, habló por primera vez abiertamente de la creación de un euro digital en un futuro. Y la institución sigue avanzando en las pruebas para ver si es realmente es factible y se pueden superar los desafíos que plantea: entre ellos, lograr salvaguardar el anonimato de los ciudadanos sin tener que dejar manga ancha al dinero negro.

Uno de los principales problemas cuando se aborda el futuro del dinero digital, es lograr salvaguardar la intimidad de los ciudadanos al mismo tiempo que se mantiene una lucha efectiva contra posibles usos fraudulentos como el lavado de dinero. Lo que en la práctica puede parecer lograr la cuadratura del círculo, el BCE parece que lo podría solucionar mediante una especia de sistema de ‘resguardos’ o ‘vales’ para las transacciones de cuantías pequeñas.

O al menos así lo sugiere una prueba de concepto desarrollada por el BCE para analizar el anonimato en una moneda digital de un banco central (CBDC). La iniciativa se ha desarrollado utilizando la plataforma Corda de tecnología de contabilidad distribuida (DLT por sus siglas en inglés), similar al blockchain.

La prueba se ha centrado en el uso de vales de anonimato para los usuarios que realizan transacciones de menor cuantía y que, por tanto, no necesitarían revelar sus identidades. Sin embargo, las transacciones más grandes no gozarían del mismo grado de privacidad. “La prueba de concepto muestra que es posible, utilizando la plataforma de Corda, construir un sistema de pago simplificado de CBDC que salvaguarde la privacidad de los usuarios para las transacciones de menor valor, al tiempo que se asegura que las transacciones de mayor valor estén sujetas a comprobaciones obligatorias de ALD/CFT [siglas de lucha contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo]”, dice el informe.

La prueba contempla cuatro actores – el banco central, dos intermediarios y una autoridad de lucha contra el lavado de dinero – cada una representada por un nodo. El banco central no se involucra directamente con los usuarios, ni emite o distribuye unidades de la moneda digital, ni supervisa las transferencias de la misma. Más bien, los intermediarios mantienen relaciones con los usuarios, procesan las transacciones y mantienen registros.

El elemento clave del sistema propuesto es el uso de los denominados ‘vales’ de anonimato. Cada usuario se identifica en la red con un seudónimo y se le asigna un cierto número de vales por mes, explica el informe. Cuando los usuarios procesan transacciones de bajo valor, pueden gastar los vales para evitar revelar su información personal al banco central o a los intermediarios. Por otra parte, cuando realizan transacciones que superan la cantidad permitida de transferencias anónimas, la autoridad de lucha contra el lavado de dinero supervisaría las transacciones.

No obstante, el informe del BCE reconoce que es necesario seguir trabajando antes de que se pueda implantar un sistema de este tipo.

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