El desembarco de Lagarde alimenta los rumores sobre ‘dinero de helicóptero’ en el BCE

Bancos centrales

El desembarco de Lagarde alimenta los rumores sobre ‘dinero de helicóptero’ en el BCE

El BCE se embarcará en 2020 en una “revisión estratégica” de la que por el momento se desconoce su alcance.

Christine Lagarde, presidenta del BCE

La llegada de Christine Lagarde a la presidencia del Banco Central Europeo (BCE) abre una nueva etapa en la institución en la que algunas medidas hasta ahora consideradas impensables podrían tener cabida. Una de ellas es que el banco central se salte a los bancos y meta dinero directamente en el bolsillo de los ciudadanos, una práctica bautizada como ‘dinero de helicóptero’ planteada por el Nobel Milton Friedman en los años 60 y que todavía no ha sido puesta en práctica.

El BCE se embarcará en 2020 en una “revisión estratégica” de la que por el momento se desconoce prácticamente todo, desde el alcance a la dirección que tomará la institución, lo que da lugar a abrir debates entre los economistas. Sin embargo, el balón en juego de la posible puesta en práctica el dinero de helicóptero la ha puesto un miembro del comité ejecutivo, Benoît Cœuré. Durante su intervención ayer en el coloquio ‘Política monetaria: los desafíos por delante’, el economista francés apuntó la posibilidad de que el BCE se saltase a los bancos y permitiese a los ciudadanos abrir una cuenta en la institución.

“Si la transmisión a través de los mercados financieros y los bancos choca contra un muro, entonces los bancos centrales tienen la opción obvia de considerar extender las contrapartes a través de las que implementan su política monetaria”, apuntó Cœuré.

Sus palabras abren la vía a varias especulaciones, pero, ¿es realmente posible que el BCE tome una decisión tan radical? “Las transferencias directas a los gobiernos están explícitamente prohibidas, mientras que las transferencias en efectivo a los hogares son, al menos, legalmente viables”, explican Bernhard Bartels y Dennis Shen, analistas de Scope Ratings.

“Al comprar bonos soberanos, corporativos y garantizados, los bancos centrales conceden préstamos a los agentes económicos con la esperanza de estimular las expectativas de crecimiento e inflación”. “El problema”, apuntan estos expertos, “es que el dinero del QE ha tendido a terminar invirtiéndose en los mercados financieros, en lugar de prestarse para actividades productivas. Esto ha creado una inflación de los precios de los activos, en lugar de aumentar la inflación de los precios de consumo, lo que, al final, aumenta el riesgo de futuras crisis financieras”.

Por el contrario “si el banco central comunica un aumento permanente de la base monetaria (sin obligación de reembolso) a través de dinero helicóptero, habrá menos incentivos para ahorrar. Esto podría hipotéticamente conducir al aumento deseado de la inflación, como mínimo a corto plazo, alentando a los hogares a aumentar el gasto”.

No obstante, los analistas de Scope reconocen que los desembolsos monetarios de los bancos centrales representarían “un paso sin precedentes” hacia un área normalmente reservada a los gobiernos nacionales y a la política fiscal. “Esto hace que sea poco probable que el dinero helicóptero vea la luz en la eurozona en un futuro próximo y, en cualquier caso, es improbable que se realice sin una crisis económica mucho más grave”.

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