Los bancos centrales se embarcan en una carrera por lanzar sus propias monedas digitales

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Los bancos centrales se embarcan en una carrera por lanzar sus propias monedas digitales

Lagarde mete al BCE en una carrera por las monedas digitales en la que Suecia y China van a la vanguardia.

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La irrupción de Libra ha puesto sobre aviso a los bancos centrales de todo el mundo para lanzar sus propias monedas digitales, en una carrera en la que por el momento China parece llevar la delantera pero en la que el Banco Central Europeo (BCE) confía en remontar posiciones.

Las monedas digitales de los bancos centrales –más conocidas en el mundillo como CBDC por sus siglas en inglés- podrían ser una realidad antes de lo que se pensaba, después de que la irrupción de nuevas tecnologías como el blockchain y el interés de empresas del sector privado como Facebook en entrar en el juego hayan obligado a unas instituciones conservadoras ‘per se’ a ofrecer una respuesta.

Los defensores de estas monedas ven muchos beneficios, como que los pagos podrían realizarse más rápidamente. Además, al contar con el respaldo de un banco central tendrían más credibilidad que los instrumentos privados. El mayor desafío sería encontrar un encaje para los bancos tradicionales en este sistema.

Mi convicción personal es que es mejor que estemos a la vanguardia”, señaló ayer mismo la presidenta del BCE, Christine Lagarde. “Claramente, existe una demanda a la que tenemos que responder”. Los responsables del BCE llevan un tiempo ya trabajando en los desafíos que supone una moneda digital, que podría poner en jaque a la banca tradicional y su papel de intermediador financiero, pero en Europa la vanguardia la ostenta Suecia.

El Riksbank sueco tendría ya muy avanzado el proyecto de la ‘E-krona’, que en principio “daría acceso al público en general a un complemento digital del efectivo, donde el Estado garantizaría el valor del dinero”. No sería la primera vez que innova: el banco central sueco ya fue el primero en emitir un billete de papel en la década de 1660.

Pero si hay un país al que se dirigen las miradas para la puesta en marcha de una CBDC es sin duda China. De acuerdo con la agencia Caijing, el Banco Popular de China (PBoC) pondrá en breve a prueba su muy esperado pago electrónico en moneda digital en las ciudades de Shenzhen y Suzhou. El PBoC se habría asociado con siete empresas estatales para llevar a cabo la prueba, entre ellas cuatro bancos comerciales y tres gigantes de las telecomunicaciones.

Bajo el modelo que se espera, los bancos comerciales obtendrían primero la moneda digital del PBOC haciendo un depósito de reservas en renminbi. A partir de ahí usuarios y empresas podrían registrar billeteras digitales con estos bancos comerciales para utilizar la nueva moneda digital.

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La que parece que por el momento no quiere entrar en la carrera es la Reserva Federal estadounidense. El presidente de la institución, Jerome Powell, ya señaló recientemente que “actualmente no estamos desarrollando una moneda digital”. Para Powell, “las características que hacen que el desarrollo de una CBDC sea más convincente para algunos países difieren de las de EEUU”, donde el pago en efectivo sigue siendo muy fuerte.

Además, “plantearía importantes cuestiones legales, de política monetaria, de política de pagos, de estabilidad financiera, de supervisión y de operaciones que deben ser consideradas cuidadosamente”.

También Japón se ha puesto de momento de perfil ante la posibilidad de emitir su propio dinero digital. Durante su participación en un reciente simposio, el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, señaló que “en Japón, la cantidad de efectivo en circulación sigue aumentando, y no parece que haya una demanda de CBDC por parte del público en la a día de hoy”. No obstante, “el Banco de Japón ha estado realizando investigaciones técnicas y jurídicas sobre esta cuestión a fin de estar preparado para cuando surja la necesidad en el futuro”, aunque al mismo tiempo “necesita estudiar el impacto de las CBDC en la intermediación financiera”.

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