Credit Suisse augura un inminente QE4 de la Fed por el colapso del mercado de repos

Mercado monetario

Credit Suisse augura un inminente QE4 de la Fed por el colapso del mercado de repos

La escasez de reservas que ha traído de cabeza al mercado monetario desde septiembre podría volver a obligar a actuar a la Fed.

Jerome Powell, gobernador de la Reserva Federal

La Reserva Federal podría verse obligada a poner en marcha en cuestión de semanas una nueva ronda de compra de bonos o quantitative easing (QE) si los problemas en el mercado de repos ‘overnight’ resurgen, ha alertado Zoltan Pozsar, director gerente de estrategia de inversión e investigación de Credit Suisse.

Una cuarta QE sería necesaria a finales de año para suplir el déficit de financiación, ya que los bancos se disputan las escasas reservas, ha alertado este experto en una nota a sus clientes. “Si estamos en lo cierto sobre el estrés de la financiación, la Reserva Federal estará haciendo una ‘QE4’ a finales de año”, escribe.

Esto significaría un cambio respecto a las compras de letras a corto plazo hacia una expansión con vencimientos a más largo plazo. Actualmente, la institución que dirige Jerome Powell compra letras, pero insiste en que no se trata de una QE sino de solo un esfuerzo por mantener su tasa de referencia de fondos a un día dentro del rango objetivo de entre el 1,5% y el 1,75%. También lleva a cabo inyecciones de liquidez para estabilizar el mercado. Todo ello después de que en septiembre el mercado de repos se viese sacudido con una subida vertiginosa de los tipos de interés.

“Las operaciones de liquidez de la Reserva Federal no han sido suficientes para relajar las restricciones a las que se enfrentarán los bancos en el próximo giro de fin de año”, advierte ahora el experto de Credit Suisse, que pronostica consecuencias aún más graves en caso de que las perturbaciones del mercado y otro aumento de los tipos de interés afecten a las operaciones de carry trades que realizan las entidades, en las que se utilizan divisas de menor rendimiento para comprar las de mayor rendimiento, y los inversores se embolsan la diferencia.

“Si el ‘carry’ hace girar al mundo, y las reservas hacen posible el ‘carry’… el día en que nos quedemos sin reservas sería el día en que el mundo dejaría de girar”, llega a señalar Pozsar. “No, esto no es una exageración”.

Este experto identifica dos problemas: en primer lugar que la Reserva Federal subió tipos y redujo su balance demasiado rápido, y en segundo que las directrices de Basilea III sobre la banca internacional hicieron más estrictos los requisitos de capital.

Antes de la reducción del balance, la Fed había estado aplicando lo que consideraba un régimen de “amplias reservas”, del entorno de 1,8 billones de dólares. Ese número cayó a cerca de 1,4 billones de dólares en septiembre. Pozsar describe específicamente el potencial QE4 como una ayuda “por la puerta trasera”, en la que la Reserva Federal recompra los bonos que los bancos se vieron obligados a comprar durante la reducción del balance “y les devuelve las reservas a las que renunciaron en el proceso”.

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