El ladrillo vuelve a atragantársele a la banca: frenazo en la venta de adjudicados

El ladrillo vuelve a atragantársele a la banca: frenazo en la venta de adjudicados

Los expertos creen que las ventas continuarán pese al frenazo en los últimos seis meses.

Ladrillos

Se cumple más de una década desde el estallido de la burbuja inmobiliaria pero los bancos españoles todavía no han logrado digerir todos los activos que se adjudicaron por las quiebras de empresas y familias. Aunque las entidades han logrado reducir a la mitad el ladrillo en sus balances, el ritmo de salidas se ha frenado considerablemente en los últimos seis meses, según constata el Banco de España, en un momento en que la economía comienza a dar síntomas de desaceleración.

El ‘Informe de Estabilidad Financiera’ del Banco de España de otoño de 2019 muestra que los activos adjudicados de la banca se redujeron en 3.300 millones de euros en los primeros seis meses de 2019. De esta forma, se mantuvo la tendencia a la baja observada en los últimos años, según señala la institución que dirige Pablo Hernández de Cos, si bien el ritmo de reducción se ha frenado sensiblemente respecto a ejercicios anteriores.

En declaraciones a INVERTIA, el portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB), José Luis Martínez Campuzano, reconoce que «efectivamente» el Banco de España señala que los activos adjudicados se redujeron a un menor ritmo en los seis primeros meses del año, «pero esto supone una caída del 50% desde finales de 2017». «Es uno de los mayores ajustes llevados a cabo en Europa, en magnitud y en tiempo», añade Campuzano.

El ladrillo de la banca llegó a rozar los 85.000 millones de euros en 2011, poco después del estallido de la burbuja inmobiliaria, y no comenzó a reducirse de verdad hasta prácticamente un lustro después. Al cierre de diciembre de 2016, la cifra se situaba todavía en el entorno de los 80.000 millones de euros, de acuerdo con el Banco de España, pero desde entonces ha ido bajando hasta situarse a junio de este año en unos 40.000 millones de euros.

A juicio de Campuzano, todavía «es pronto para valorar las causas de la menor velocidad este año del ajuste de la cartera de adjudicados».

Nuria Álvarez, analista de Renta 4, añade que incluso se ha visto alguna subida de los adjudicados en los últimos trimestres en alguna entidad, pero «no creo que sea preocupante ni que pueda ser una tendencia a futuro». Una de las razones que esta experta considera que pueden haber influido en la reducción de la caída es que «al final las entidades se han ido deshaciendo primero de los activos que eran más fáciles de vender». Cuando se habla de deshacerse de los activos adjudicados, «influye mucho el tipo de activos que tienen en cartera y dónde los tienen, y varía mucho en cada entidad».

De acuerdo con el informe del Banco de España, en lo que se refiere a la composición del ladrillo en el balance de los bancos, «los procedentes de crédito a construcción y promoción inmobiliaria siguen suponiendo más de la mitad, mientras los derivados del crédito a hogares para adquisición de vivienda redujeron algo su peso hasta situarse en el 26,2%».

Asimismo, «afecta también el entorno macroeconómico,», reflexiona Álvarez, ya que se espera un crecimiento menor que supone «una mayor presión» para los bancos.

«La tendencia global sigue siendo a la baja, pero el freno responde a esa dificultad de vender los activos en cartera», apunta la analista de Renta 4. Además, la comparación respecto a años anteriores «puede estar influida por grandes operaciones que anunciaron en su momento entidades como Banco Santander o CaixaBank». En concreto, el Santander vendió el año pasado a Cerberus una cartera de unos 35.700 activos, contando casas, garajes y trasteros, por unos 1.535 millones de euros. Solo unos meses antes, CaixaBank había alcanzado un acuerdo con Lone Star para venderle el 80% de su negocio de ladrillo.

«Tendría que haber un cambio macro muy radical para que se cambiase la tendencia, porque además las entidades están muy centradas en deshacerse de estos activos que les consumen mucho capital», valora por último la experta de Renta 4.

«La reducción de estos activos no solo supone una mejora de la eficiencia de las entidades y también aumenta la capacidad de préstamo a empresas y familias», apunta en el mismo sentido el portavoz de AEB. «Como en el caso de la morosidad, lo importante es que siga a la baja en un proceso que sin duda va a continuar en el futuro próximo», concluye Campuzano.

Aun así, en el mercado hay ciertos síntomas de que ya no es tan fácil encontrar compradores. Según publicó recientemente El Confidencial, por primera vez en años un banco ha cancelado una gran venta de ladrillo. Se trata de BBVA, que habría decidido echar atrás la venta del Proyecto GER, una cartera con 1.300 millones en activos adjudicados, al recibir unas ofertas que no colmaron sus expectativas.

Mientras, raro es el mes en el que no se conoce una campaña de algún banco para dar salida a sus activos de un modo más tradicional, poniéndolos directamente en el escaparate para particulares. En una de las últimas campañas, que durará hasta final de año, Liberbank y Haya Real Estate ofrecen descuentos de hasta un 70% en 2.225 inmuebles, entre viviendas, garajes, trasteros, locales y naves industriales. Los pisos concentran el 43% de los activos disponibles y el banco llega a ofrecer ventajas como la posibilidad de financiar el 100% de la vivienda. El pasado mes Bankia ya se alió con Haya Real Estate para poner a la venta una selección de más de 3.000 inmuebles (1.600 viviendas y más de 1.400 inmuebles singulares) repartidos por todo el territorio nacional y con descuentos de hasta el 40%.

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