El ‘boom’ de las startups, ¿una segunda burbuja de las puntocom?

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El ‘boom’ de las startups, ¿una segunda burbuja de las puntocom?

“El actual frenesí de startup refleja la burbuja de las punto.com entre 1998 y 2000”, avisa Julius Baer.

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Uno de los principales riesgos de una política de tipos bajos es la creación de burbujas, y el actual escenario en el que las tasas de interés se han situado incluso por debajo del umbral del 0% no es la excepción. En ese sentido, algunos expertos comienzan a encontrar inquietantes paralelismos entre las pujantes startups y lo que ocurrió hace 20 años con las denominadas puntocom.

“Una de las consecuencias no deseadas de los tipos de interés nulos o negativos es el fomento de un ‘boom’ generalizado del capital de riesgo / startup”, avisa Yves Bonzon, CIO de Julius Baer, en un reciente informe. “Esto conlleva la semilla de una enorme asignación errónea de capital”. “Los inversores están financiando implacablemente a compañías sin beneficios con la esperanza de navegar sobre el próximo modelo de negocio disruptivo. Sin embargo, el capital riesgo es un juego de escasez de capital, no de abundancia de capital”, avisa el experto del banco suizo.

“Recientemente, la ventana de salidas a bolsa para empresas no rentables casi se ha cerrado”, recuerda Bonzon, para quien, “en muchos sentidos, el actual frenesí de startup refleja la burbuja de las puntocom de 1998-2000, pero esta vez dentro de un contexto privado en el que el descubrimiento de los precios se retrasa”. “Sin embargo, es poco probable que sea menos doloroso”.

Un ejemplo de lo que se refiere el experto de Julius Baer puede ser el caso de WeWork. La ‘start up’ de coworking se vio obligada en septiembre a cancelar su salida a bolsa. La empresa esperaba estar valorada en unos 20.000 millones de dólares pero levantó muy poco entusiasmo entre los inversores. Dos meses después, rescatada por su máximo accionista SoftBank, con su CEO y fundador Adam Neumann fuera –tras jugosa indemnización- y bajo una investigación de la Fiscalía de Nueva York, se habla de que podría acometer hasta 4.000 despidos.

Sin llegar a puntos tan drásticos, se pueden observar síntomas del agotamiento del mercado en dos ‘start up’ que sí lograron salir a bolsa este año, pero que no han logrado cumplir los pronósticos: Lyft y Uber. En el caso de la última, dio el salto al parqué en mayo de este año con una valoración de 82.400 millones de dólares, pero a día de hoy vale en el mercado unos 50.000 millones. Su competidora Lyft debutó en Wall Street un par de meses antes, y no le ha ido mucho mejor: vale algo menos de 14.000 millones, cuando en la IPO el valor era de 24.000 millones.

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