La Fed, incapaz de calmar los mercados monetarios

Bancos centrales

La Fed, incapaz de calmar los mercados monetarios

Las compras de letras de la Reserva Federal no impiden que la banca siga acudiendo de forma masiva a las inyecciones de liquidez.

Jerome Powell, gobernador de la Reserva Federal

Los mercados monetarios siguen ingresados en la UCI sin que parezca que los esfuerzos de la Reserva Federal sean suficientes por ahora para revertir la situación. A pesar de las compras de letras iniciadas por la institución que preside Jerome Powell, las entidades siguen apurando hasta el límite la liquidez de emergencia que la Fed inyecta a diario. Y algunas voces, como la de la demócrata Elizabeth Warren, apuntan a la gran banca de Wall Street.

La Reserva Federal ha estado inyectando liquidez en los mercados de financiación desde el 17 de septiembre, cuando el tipo de interés de los repos a un día pasase del entorno del 2% al 10%, y la demanda de la mismo no parece menguar a pesar de que en un principio las operaciones no estaba previsto que se prolongasen más allá de principios de octubre.

En la inyección realizada ayer, la Fed inyectó 64.904 millones de dólares de liquidez de emergencia para estabilizar el mercado de repo ‘overnight’ (a un día). La cifra se acerca mucho a los 75.000 millones que ofrece la institución. La Fed también ofrece operaciones repo de 14 días, dos veces por semana, a 35.000 millones de dólares cada vez. En este caso ayer se llegó al límite, tras recibir una demanda de 52.200 millones de dólares. Contando los repos diario y los repos a dos semanas, la Fed inyectó un total de 99.900 millones de dólares.

El banco central también ha comenzado a comprar bonos del Tesoro. No se trata de una QE como la realizada en respuesta a la crisis financiera, sino que sobre el papel la institución está usando su balance para asegurarse de que los bancos tengan suficientes reservas y que una cantidad adecuada de capital fluya a través del sistema. El esfuerzo también tiene como objetivo mantener el tipo de interés de los fondos propios de la Reserva Federal a un día dentro de un rango objetivo de 25 puntos básicos.

En concreto, el banco central anunció a principios de este mes un nuevo programa de compra de bonos que inicialmente tendrá como objetivo unos 60.000 millones de dólares mensuales de bonos del Tesoro a corto plazo. El programa comenzó la semana pasada con compras por valor de 20.000 millones de dólares.

Warren entra en el debate sobre los mercados monetarios

Los problemas del mercado monetario ya han saltado a la arena política. La senadora demócrata Elizabeth Warren, a la que muchos señalan como futura rival de Donald Trump en las presidenciales de 2020, ya ha advertido al secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, sobre el riesgo de que se utilicen este incidente para acometer una desregulación del mercado.

Warren han enviado una carta al Tesoro en la que le pide a Mnuchin sobre qué desencadenó el repunte de los tipos y le expresa su preocupación por los posibles costes para las empresas y los consumidores en caso de que persistieran las tensiones. La senadora también se prepara para otra batalla con Wall Street, haciéndose eco de algunas informaciones que apuntan a que los grandes bancos estadounidenses estarían aprovechando el caos en los mercados monetarios para presionar a la Reserva Federal a debilitar las reglas de liquidez.

“Estas reglas fueron diseñadas para asegurar que los bancos tengan suficiente efectivo a mano para cumplir con sus obligaciones en caso de otro colapso del mercado”, avisa Warren. “Los bancos están reportando ganancias a niveles récord, y sería dolorosamente irónico que un caos inexplicable en un pequeño rincón del mercado bancario se convirtiera en una excusa para aflojar aún más las reglas que protegen a la economía de este tipo de riesgos”.

“Aunque la Reserva Federal ha tomado las medidas necesarias para garantizar que los mercados continúen funcionando, me alarma que se le haya exigido participar en intervenciones del mercado monetario que no se han utilizado desde la crisis financiera de 2008”, ha apuntado la senadora de Massachusetts.

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