“Si Fleming hubiera trabajado hoy en día no tendríamos la penicilina ni de coña”

Entrevista a David Quinto

“Si Fleming hubiera trabajado hoy en día no tendríamos la penicilina ni de coña”

Los investigadores salen a la calle este sábado en Madrid en una Marcha por la Ciencia para exigir que se destine el 2% del PIB a la I+D+i.

David Quinto

Los investigadores se lanzan este fin de semana a la calle. Lo hacen con una Marcha por la Ciencia este sábado por Madrid con la que exigen a los partidos que se comprometan con un Pacto de Estado por el que se destine el 2% del PIB a la I+D+i. Y es que, están “cansados”. “Estamos hartos de que se nos maltrate de esta manera y de que la clase política se ría de nosotros con falsas promesas”, afirma David Quinto, miembro de la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI/Precarios).

Doctor en Ciencias Biomédicas, Quinto lamenta en una entrevista a EL BOLETIN que en España la investigación no tenga “el valor que se merece”, ya que “desde que nos levantamos hasta que nos acostamos todo es ciencia y tecnología”. Ante esto, han decidido hacerse notar y escenificar en la calle su malestar por la falta de financiación y la precariedad en el trabajo.

Así lo explica en esta entrevista en la que, además, detalla las consecuencias que está provocando la ausencia de unos Presupuestos.

-¿Importa la ciencia en España?

Si te refieres a si importa para España, sí. Si la gente es consciente de la importancia que tiene, muchas veces no. La gente no es consciente de la importancia que tiene y la voluntad política es muy poca. Los cálculos estiman que de lo que se invierte en I+D+i retorna un 20% más de lo invertido. Por lo que para la economía del país es rentable. La ciencia y la investigación generan nuevo conocimiento, en muchos casos básico, pero que en el futuro puede ser desarrollado para aplicarse. Son rentables a medio y largo plazo, pero si observamos las tendencias en inversión de los países que capearon mejor la crisis, no solo no redujeron, sino que aumentaron la inversión. Alemania, por ejemplo, pegó un subidón y lo llevó al 3% del PIB. Los países que siempre mejor han capeado las crisis son los que invierten más en ciencia e investigación.

-¿Y por qué no pasa esto en España? Medidas como el Pacto por la Ciencia siguen sin ver la luz.

Las políticas en España son bastante electoralistas, están pensadas a cuatro años vista y la investigación no es rentable a cuatro años vista, es rentable a más años. Se tiende a pensar en la inversión en investigación, no como inversión, sino como gasto, y cuando escuchas a los partidos hablan gasto en I+D+i, no de la inversión. No cala el mensaje de que esto es una inversión y no un gasto.

-Se acercan nuevas elecciones y en los programas que se van conociendo aparecen de nuevo compromisos en esta materia.

Ya en las elecciones de abril PSOE, PP, Ciudadanos y Unidas Podemos tenían un programa consistente en investigación, unas cuantas páginas tratando el tema. En el de Vox, por ejemplo, no había absolutamente nada. En las mencionadas cuatro formaciones, en algunos programas sí que aparecía una referencia al 2% del PIB en inversión en I+D+i, hablaban de llegar al 3% en unos años. Asumimos que cuando dicen esto no saben de qué va la movida, tú no puedes aumentar de golpe la inversión de un país, es inviable, pero como herramienta política queda muy bien. A los científicos nos tienen como ‘esta gente mola, descubre cosas’ y la gente cuando oye ciencia parece que hace el discurso más rimbombante. Casado, en un discurso este año, hablaba de cosas que ni él sabía, de computación cuántica, de palabras que no tenían sentido y estaban descontextualizadas.

En España tener un doctorado no se valora

Nosotros pedimos todo esto para que gobierne quien gobierne la inversión en ciencia sea una constante y sea estable y que si la economía decrece, que lo suframos todos, que decrezca en investigación al igual que en sanidad y educación de la misma manera. Lo que no puede es ser es que si invertimos un 1,4% del PIB en 2009, ahora sea el 1,2%.

-¿Cómo les afecta la falta de Presupuestos?

Lo que hace es que incluso todas las medidas que se hablaba de implementar no se puedan llevar a cabo. Si el Gobierno quiere introducir nuevas medidas y no hay más dinero no se puede hacer absolutamente nada. El número de proyectos que se pueden financiar ahora es más reducido que hace unos años y los grupos de investigación medianos y pequeños, que han competido por menos recursos con otros más grandes, han visto que no pueden hacerlo. Es como en el deporte, los equipos más grandes tienen mayor financiación por parte de las televisiones, la publicidad o los sponsor, que los pequeños. Si hay menos dinero para invertir, siempre van a invertir en los grandes. (…) Siempre se dice que se puede pedir financiación a Europa, pero es que competimos con grupos que ya están debilitados. Es como si mandamos al Real Madrid o al Barça a la Champions con plantillas de segunda división.

-¿Esto no hace que estemos a expensas de lo que marquen los grandes grupos?

Cuando los grandes grupos reciben financiación es porque han solicitado un proyecto dentro de una línea de investigación concreta que ya venían desarrollando y son proyectos muy específicos, tú no te puedes salir de ese proyecto. Si Fleming hubiera trabajado hoy en día no tendríamos la penicilina ni de coña, porque hubiera tenido que justificar el por qué redirigía su línea de investigación en vez de al fármaco que investigaba a otra cosa que observó en una placa donde habían crecido unos hongos.

-Un problema es la financiación, pero otro es la precariedad del colectivo.

Hemos conseguido en los últimos años que haya habido mejoras en los ingresos a las personas que se dedican a la investigación. Mejoras para los pre doctorales, para aquellos que tienen contratos, porque hay mucha gente que investiga y que lo hace sin financiación. ¿Quién se puede permitir trabajar durante cuatro años sin ningún tipo de ingreso? Nadie.

Los investigadores estamos hartos de que la clase política se ría de nosotros

-¿Cuál es su situación?

Yo tengo la suerte de estar cobrando por lo que estoy haciendo. Mi sueldo es de 1.142 euros y vivir con ese dinero en Madrid es jodido, comparto piso con tres chicos más, tengo 38 años. Es difícil, pero soy un afortunado porque mi grupo de investigación me valora, mis jefes son un encanto. El problema es que nuestros jefes se tienen que partir el lomo para conseguir financiación y tenernos contratados y aun así, con todo lo que batallan, lo más que consiguen es este tipo de sueldos.

-Pero la valoración de los compañeros debería ir a la par de la económica.

En España tener un doctorado no se valora, pero tener un doctorado es el top. Somos las personas más preparadas de este país, mis padres me decían ‘prepárate, estudia para que tengas un futuro’ y al final soy de los que más ha estudiado y te ves en esta situación. Yo no me metí para hacerme rico. Investigador que se mete en investigación para hacerse rico es un ingenuo.

-Comentaba la ausencia de conocimientos de los políticos en este aspecto, ¿no falta una mejor divulgación científica? Series como Big Bang Theory han acercado un poco algunos conceptos.

Estamos en ello. Cada vez hay más divulgación científica en España, está Big Van Ciencia. Han salido muchos divulgadores científicos, como Eduardo Sáenz de Cabezón o Javier Santaolalla, pero casualmente tienen mucha más repercusión en Centroamérica y Sudamérica que en España. Allí los científicos tienen otro aura, están mejor considerados, aquí la ciencia parece que es algo que hace gente en un laboratorio y no somos conscientes de que la investigación no solo es matar ratas, también es investigar en igualdad de género, por ejemplo. La sociedad es completamente ajena a esto, no es consciente de que cuando coges un móvil todo lo que hay es tecnología e investigación. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos todo es ciencia y tecnología.

-¿Qué sienten los investigadores ante la actitud de los partidos?

Solo se ejecuta un tercio de lo que se invierte y España invierte un 1,2% del PIB mientras que Europa invierte una media del 2%; Austria, un 3%; y Portugal está aumentando su inversión en los últimos años. Y nosotros nos vamos quedando atrás, atrás y atrás, pero se sigue vendiendo que España apoya a la ciencia. La sensación es de hartazgo, estamos hartos de que se nos maltrate de esta manera y de que la clase política se ría de nosotros con falsas promesas y vendiéndonos cosas que no son. No somos tontos. Nos ofendió mucho y nos sigue ofendiendo la problemática con todo esto de la tesis de Sánchez y el master de Casado. Esto nos desprestigia. Dos casos que salen echan por tierra todo el trabajo bien hecho.

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