El Defensor del Pueblo pide más protección para las migrantes embarazadas o con hijos pequeños

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El Defensor del Pueblo pide más protección para las migrantes embarazadas o con hijos pequeños

La institución dice que la situación de estos niños debe ser considerada de riesgo desde el primer momento y pide mejorar el protocolo para detectar si las mujeres son víctimas de trata.

Niño

El Defensor del Pueblo ha organizado en la sede de la Institución una jornada para avanzar en la protección efectiva de los menores que acceden irregularmente a España acompañados de adultos. Un acto en el que Francisco Fernández Marugán ha hecho un llamamiento para avanzar en la protección de estos niños y niñas, cuya situación cree debe “ser considerada de riesgo desde el primer momento”.

En este encuentro han participado representantes de la Fiscalía General del Estado, de todas las Secretarías de Estado con competencia en la materia (Seguridad, Migraciones y Servicios Sociales) de la Delegación del Gobierno para la violencia de género y tres entidades que reciben a estos niños y niñas acompañados de adultos.

Durante su intervención, Fernández Marugán ha reiterado la necesidad de mejorar el registro de los datos relativos a la llegada de estos menores. Desde el 2013, tras aceptar una recomendación de la Institución, la Secretaría de Estado de Seguridad inscribe el resultado de las pruebas de ADN de estos niños y niñas que llegan acompañados de adultos en el Registro de Menores Extranjeros no Acompañados. El Defensor valora positivamente esta práctica pero advierte que estos datos deberían compartirse con los cuerpos policiales de otros países para evitar la desaparición de estos niños y niñas. La Institución formuló una recomendación a la Dirección General de la Policía en 2015 en este sentido ya que, en opinión de Fernández Marugán, compartir estos datos con cuerpos policiales de otros países evitaría situaciones de riesgo y explotación cuando estos menores abandonan los centros de acogida con las adultas que los acompañan.

El Defensor también ha hecho hincapié en que la legislación de protección de la infancia señala que la situación de estos niños y niñas debe ser considerada de riesgo desde el primer momento. A su juicio, la indocumentación del menor, unida a la falta de acreditación del vínculo de filiación con la adulta que lo acompaña hace imprescindible que, como mínimo, hasta que se reciban los resultados de las pruebas de ADN, se considere al menor en situación de riesgo.

Para la Institución es fundamental encontrar la manera de activar un procedimiento ágil que permita que, una vez registrado el menor, de manera inmediata, se dé traslado a la Fiscalía y al Ayuntamiento de la localidad donde esté situado el centro de acogida humanitaria al que haya sido derivado. En opinión de Fernández Marugán, esto no implica en todo caso la retirada del niño o la niña del adulto que le acompaña y su ingreso en un centro de protección ya que, si se constata que no se ha producido una situación de abandono, la actuación de los poderes públicos se limitará a garantizar los derechos que asisten al menor y a disminuir los factores de riesgo que le afecten.

Trata de seres humanos

Por último, el Defensor ha reflexionado sobre la importancia de mejorar el protocolo de detección de indicadores de trata de seres humanos para las mujeres que acompañan a estos menores. Así, ha apuntado que la principal carencia de nuestro sistema de identificación de víctimas de trata se centra en que el procedimiento tan solo se inicia cuando la víctima se auto identifica como tal.

En este sentido, considera que la falta de protección hace especialmente vulnerables a estas mujeres con hijos pequeños o en avanzado estado de gestación que no son derivadas a recursos específicos sino a centros de acogida humanitaria de donde suelen desaparecer a los pocos días.

Para Fernández Marugán es imprescindible revisar el periodo de restablecimiento y reflexión previsto en la legislación de extranjería. Así, la fase de restablecimiento debe tener como objetivo facilitar los medios necesarios para que la potencial víctima de trata se restablezca y recuperar física y psicológicamente para sentirse segura y solo cuando se haya conseguido este objetivo se pase a la segunda fase para la reflexión, para que decida si desea cooperar con las autoridades.

Buenas prácticas

Durante el encuentro también se ha analizado como ejemplo de buena práctica la experiencia que se ha puesto en marcha en la localidad cordobesa de Montilla dónde, gracias a la colaboración de su ayuntamiento con distintas instituciones con competencia en esta materia, se ha abierto un centro de atención integral a mujeres migrantes madres y embarazadas llegadas en pateras a las costas andaluzas que gestiona la Fundación EMET Arcoiris dentro del proyecto ‘Ödos’. Fernández Marugán visitó este centro en el verano de 2018 y pudo comprobar el buen funcionamiento de este espacio y la importancia de iniciativas como estas para mejorar la situación de estos niños y niñas y de las mujeres que les acompañan.

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