España se encamina hacia un nuevo récord de recaudación, después de que la administración cerrará 2018 con unos ingresos vía impuestos de 208.685 millones de euros. Según los datos publicados por el Ministerio de Hacienda, las cuentas mensuales de este año superan a las del curso anterior.
A 31 de agosto de 2019, las arcas públicas habían ingresado 135.000 millones de euros, 9.000 millones más que a esas alturas de 2018. De esa cifra, 49.970 millones corresponden a los ingresos por el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), una cantidad que nunca se había alcanzado en un 31 de agosto.
Ni siquiera en los años antes de la crisis el Estado había conseguido recaudar tanto dinero a través de este impuesto. En los primeros ocho meses de 2008, el ingreso total fue de 110.000 millones de euros de los cuales 29.800 millones correspondieron al IVA. Es decir, la aportación de este gravamen es hoy un 67,7% superior al de entonces.
Algo similar sucede con el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que en cuestión de once años (a 31 de agosto 2008-2019) ha pasado de aportar 45.473 millones de euros a 59.600 millones, un incremento del 31%.
El IVA y el IRPF, por tanto, han aportado en estos primeros ocho meses 34.000 millones de euros más de lo que lo hacían antes de la crisis. En el lado contrario, la aportación empresarial.
A pesar de que en los últimos años el impuesto de sociedades había elevado su tributo absoluto, los datos del Ministerio de Hacienda revelan que en este 2019 han caído los ingresos de este gravamen a 8.172 millones de euros (a 31 de agosto), 135 millones de euros menos que entre enero y agosto de 2018.
La pérdida de este ingreso se hace más evidente si la comparación se extiende a antes de la crisis, cuando para estas alturas el Estado ya había recibido 20.000 millones de euros (a 31 de agosto de 2008) a través del impuesto de sociedades, un 59% más que este año.
