La factura de la quiebra de Thomas Cook hace temblar a la banca y al Gobierno británico

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La factura de la quiebra de Thomas Cook hace temblar a la banca y al Gobierno británico

Bancos como Barclays, Morgan Stanley, UniCredit, Credit Suisse y Royal Bank of Scotland se enfrentan a amortizaciones de hasta 1.800 millones de libras por su quiebra.

Thomas Cook

El colapso de Thomas Cook podría llevar al gobierno británico y al esquema de seguros de la industria turística a afrontar una factura de más de 500 millones de libras, unos 565 millones de euros al cambio actual, según estimaciones oficiales recogidas por Financial Times.

La Administración británica ha dicho que el costo de reembolsar futuras reservas bajo el esquema de Licencia de Organizador de Viajes Aéreos (Atol por sus siglas en inglés) será de alrededor de 420 millones de libras, a lo que habrá que sumar decenas de millones adeudados a los hoteleros y una factura estimada de otros 100 millones por alquilar 1.000 vuelos para devolver a clientes de Thomas Cook a Reino Unido.

Estas cifras eclipsarían a la cantidad que hay disponible a día de hoy en el Atol. En sus cuentas más recientes, señala el diario británico, su fondo presentaba unos activos netos de 170 millones de libras y una póliza de seguros de 400 millones, por lo que en principio no habría más de 570 millones a los que recurrir.

Las consecuencias financieras de la liquidación de Thomas Cook se han extendido rápidamente por el mercado esta semana, afectando a los acreedores, proveedores, socios y propietarios de sus tiendas. Bancos como Barclays, Morgan Stanley, UniCredit, Credit Suisse y Royal Bank of Scotland se enfrentan a amortizaciones de hasta 1.800 millones de libras por su caída.

De acuerdo con FT, las estimaciones compiladas por AlixPartners antes del colapso del grupo mostraban que se recuperarían tan solo unos 138 millones de libras de los 1.900 millones de deuda en circulación.

Una persona cercana al proceso de insolvencia dijo que los activos del grupo de viajes eran “deprimentes”. Los 40 aviones británicos de Thomas Cook tienen una edad media de alrededor de 11 años y su red de tiendas consiste en arrendamientos secundarios y terciarios. Es probable que la mayor parte del valor se obtenga de las franjas horarias de las compañías aéreas, en las que operadores como Virgin Atlantic y Wizz Air han mostrado interés. También de la venta de la propia marca. Fosun, conglomerado chino que llegó a controlar un 18% del grupo, podía estar interesado.

Los activos hoteleros de Thomas Cook también podrían liberar algo de capital. LMEY, una empresa inmobiliaria que lanzó un fondo hotelero de 150 millones de libras en una joint venture con Thomas Cook en 2018, estaría interesado en comprar la participación del 42% de Thomas Cook.

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