El Banco de España insiste en la flexibilidad salarial ante la incertidumbre económica

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El Banco de España insiste en la flexibilidad salarial ante la incertidumbre económica

La institución destaca que las tarifas salariales de los convenios colectivos han subido un 2,3% de media frente al 1,8% del año anterior

Banco de España

El Banco de España pone de nuevo el acento en la flexibilidad salarial. Lo hace en su Informe trimestral sobre la economía española ante la “creciente incertidumbre sobre la evolución económica futura”. Y es que, según la institución que dirige Pablo Hernández de Cos, los indicadores salariales “han repuntado” en este 2019.

“Las tarifas salariales de los convenios colectivos han mostrado, con datos hasta agosto, un incremento medio del 2,3%, por encima del 1,8% del año anterior”, afirma el Banco de España, que recoge en el mencionado documento que está “afectando ya a un número muy elevado de trabajadores”. En concreto, a 8,4 millones de personas.

Para esta institución estas subidas “son notablemente superiores en los convenios de nueva firma”, a los que ya están acogidos 1,3 millones de trabajadores. En especial, “la subida salarial media pactada en este caso es del 3,6%”, tasa que, explica, “rebasa en seis décimas el límite superior del intervalo de cifras de referencia recogidas en el último Acuerdo de Negociación Colectiva”.

La subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta los 900 euros, que entró en vigor el pasado 1 de enero, también ha puesto su granito de arena, ya que se calcula que ha supuesto un importante aumento en su nómina para muchos trabajadores.

Ante esto, el supervisor financiero sostiene que “en el contexto actual de creciente incertidumbre sobre la evolución económica futura” sería “deseable” que los “incrementos salariales acordados guarden una estrecha relación con las condiciones específicas de las empresas y los sectores afectados”. A esto habría que sumar “que la negociación colectiva se dote de los instrumentos de flexibilidad necesarios para poder adecuar los costes laborales ante posibles perturbaciones negativas y reducir así su eventual impacto sobre el empleo”.

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