El movimiento vecinal se movilizará para que el PP no revierta los avances en gestión de residuos de Carmena

Madrid

El movimiento vecinal se movilizará para que el PP no revierta los avances en gestión de residuos de Carmena

Las asociaciones temen un movimiento orquestado entre Comunidad y Ayuntamiento para llevar basura de pueblos del este a Valdemingómez y para no cerrar la incineradora en 2025.

Las entidades que se agrupan en la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) temen que exista un “plan orquestado entre la Comunidad de Madrid y el actual Ayuntamiento de Madrid para revertir todo lo conseguido en cuanto al fin de la incineración y olores en el resto del complejo de Valdemingómez” y amenazan con un otoño caliente con movilizaciones y manifestaciones.

Al movimiento vecinal –especialmente a las asociaciones del entorno de Valdemingómez- le preocupa el hecho de que Gobierno regional –que preside Isabel Díaz Ayuso- haya llevado a los tribunales la Estrategia de Residuos aprobada en el mandato de Manuela Carmena, un plan que considera “mejorable” pero que, a su juicio, recoge “avances sin duda históricos”. Una alarma que se ha acrecentado tras las informaciones que hablan de que el Ejecutivo regional ha decidido volver a pedir al Ayuntamiento de la capital trasladar a Valdemingómez la basura de la Mancomunidad del Este, una petición que ya se hizo en la anterior legislatura, y que rechazó Carmena en diciembre del año pasado.

Los vecinos dicen basar sus temores en que algunos medios de comunicación “afirman que en una reunión que tuvo lugar el pasado miércoles para buscar soluciones a la inminente colmatación del vertedero de Alcalá de Henares, la consejera de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Paloma Martín acordó con el alcalde de esta localidad y presidente de la Mancomunidad del Este, Javier Rodríguez, solicitar al Ayuntamiento de Madrid la firma de un convenio para poder trasladar los residuos de los municipios del Henares a Valdemingómez hasta que esté lista la planta de Loeches”. Y señalan que “en virtud de las mismas informaciones, el vertedero de Alcalá deberá ser clausurado «en las próximas tres o cuatro semanas». A partir de entonces, si el actual equipo de Gobierno de la capital así lo aprueba, toda su basura se llevará al parque tecnológico 230.000 toneladas anuales”.

El movimiento vecinal advierte que se movilizarán contra esas medida ya que “un incremento de basura de tal magnitud no solo pone en riesgo el compromiso de cierre de la incineradora de Las Lomas en 2025 sino otros proyectos que tanto y tantos años ha costado conseguir como el plan de reducción de contaminación odorífera del complejo, todos ellos aprobados durante el mandato de Carmena.

“Lo dijimos alto y claro al término de la pasada legislatura autonómica, y lo repetimos ahora: no vamos a permitir la llegada de más basura al Parque Tecnológico de Valdemingómez, venga de la Mancomunidad del Este o de cualquier otro lugar” avisan desde la FRAVM, y explican desde la federación que que su protesta que no hacen otra cosa que “trasladar el sentir de las vecindades de Villa de Vallecas y otras zonas afectadas por las emisiones contaminantes del complejo, que temen que un incremento del volumen de residuos eche al traste los actuales planes de reducción de esas emisiones”.

Defender una victoria ciudadana

La FRAVM y las asociaciones vecinales del entorno de Valdemingómez recuerdan que aunque defendía cerrar la controvertida incineradora cuando finalizara su contrato de explotación, consideraron una importante victoria ciudadana el acuerdo municipal de clausurarla definitivamente en 2025, tras un plan de reducción progresiva de su actividad. La inclusión de este extremo en la Estrategia de Residuos del Ayuntamiento, que fue aprobada por la Junta de Gobierno el pasado 16 de mayo, es una de las razones por las que la FRAVM valoró en su momento de manera positiva este plan de gestión, que consideran “sitúa a la capital en un modelo de gestión de residuos avanzado y en la senda de cumplimiento de las exigencias de la Unión Europea”.

Reconocen que la estrategia es mejorable y en algunos aspectos peca de falta de ambición, pero supone un paso de gigante para la ciudad, al apostar claramente por la transformación y aprovechamiento de los residuos frente a métodos que hoy resultan obsoletos como la incineración y el almacenaje en vertederos.

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