¿Oro o plata? Los metales preciosos se convierten en el último refugio de los mercados

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¿Oro o plata? Los metales preciosos se convierten en el último refugio de los mercados

Más de la mitad de la demanda de plata está relacionada con aplicaciones industriales, pero el metal se dispara un 25% desde el inicio del verano pese a la amenaza de la guerra comercial.

Barras de oro del tesoro del Banco Central alemán, Bundesbank, presentadas en la sede central de Fráncfort

Los metales preciosos están de enhorabuena en los mercados internacionales. El miedo a una recesión global por la guerra comercial entre EEUU y China y la acción de los bancos centrales llevando a buena parte de los bonos soberanos desarrollados a terreno negativo les han convertido en la opción ‘menos mala’ para los inversores y los resultados son visibles: el oro se encuentra en máximos de seis años, si bien es la plata la que más está brillando en las últimas semanas.

Los inversores han recurrido al oro en lugar de a los bonos para protegerse de cualquier caída en el mercado de valores de EEUU, lo que ha llevado al preciado metal a subir un 7,7% en lo que va de agosto hasta situarse en el entorno de los 1.548 dólares la onza, sus máximos de seis años.

Pero la plata lo está haciendo incluso mejor. El aumento en la demanda de inversión ha impulsado hasta un 25% los precios del metal desde principios de verano. En lo que va de agosto sube un 13% y en la última semana un 8%, superando las ganancias registradas por el oro. La onza de plata se encuentra actualmente por encima de los 18,5 dólares la onza, precios no vistos en los últimos dos años. La relación entre el precio del oro y el de la plata se ha suavizado de este modo hasta situarse en 83,8 en la actualidad, frente a los 88 de hace una semana, y un máximo de más de 93 en julio.

“El punto de partida de este repunte son las crecientes expectativas de nuevos recortes de los tipos de interés en EEUU, que aumentan el atractivo de la plata como activo no rentable y que se espera que sirvan de apoyo a los precios a través de un debilitamiento del dólar estadounidense”, apunta Carsten Menke, analista de Julius Baer.

“Teniendo en cuenta que el crecimiento mundial se está ralentizando, un aumento tan pronunciado de los precios sigue siendo algo sorprendente”, reflexiona el experto del banco suizo, que recuerda que “más de la mitad de la demanda de plata está relacionada con aplicaciones industriales como la electrónica”. EEUU y China son dos de los mayores usuarios industriales de plata del mundo y la escalada de las tensiones comerciales “constituye una amenaza para la demanda, en particular si ambas partes vuelven a prohibir y boicotear los equipos electrónicos”.

“Dicho esto, mientras el crecimiento global no se ralentice demasiado, creemos que la plata debería seguir beneficiándose del renovado interés de los inversores en lugar de sufrir un debilitamiento de la demanda industrial”, señala Menke.

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