La ‘revolución’ de la banca anima el mercado de locales comerciales

La ‘revolución’ de la banca anima el mercado de locales comerciales

Los bancos se deshacen de sedes y sucursales pero abren oficinas 'singulares' en las calles más emblemáticas.

Sucursal de Unicaja

Los bancos españoles siguen soltando lastre y reduciendo el número de sucursales y oficinas, fruto de la concentración bancaria y de la digitalización, pero al mismo tiempo abren espacios de referencia en las principales calles comerciales con nuevos conceptos que se alejan del tradicional al que la banca nos tenía acostumbrados, dos movimientos con los que el sector financiero contribuye a dinamizar el mercado de locales, según apuntan las consultoras inmobiliarias JLL y CBRE.

La banca cerró 2018 un total de 26.011 sucursales frente a las 45.707 que tenía en 2008, según datos del Banco de España. Y en 2019 el tamaño del ‘ladrillo’ del sector financiero seguirá reduciéndose ya que, por ejemplo, el Banco Santander pretende cerrar más de mil oficinas dentro del proceso de absorción del Banco Popular.

Augusto Lobo, director de Retail, de JLL destaca que el sistema bancario «lleva ya varios años optimizando sus redes, lo que tiene que ver no solo con las fusiones y adquisiciones –que han provocado que las entidades tengan ubicaciones duplicadas- sino con el cambio de relaciones con los clientes debido a que el 95% de las operaciones ya se hacen por el móvil y por Internet, por lo que la banca ya no tiene la misma necesidad de espacios físicos, no sólo en ejes secundarios sino en zona prime». Pero al mismo tiempo que ‘suelta’ metros cuadrados –que vende o alquila- la banca también está en una búsqueda activa de locales en ubicaciones centrales para fidelizar a sus clientes, creando unas nuevas oficinas que siguen la estela de las denominadas flagship store, el modelo de supertiendas que se ha impuesto en todo el mundo.

Rosa Madrid, directora de High Street de CBRE, señala que desde hace año y medio todos los grandes bancos buscan abrir una de estas oficinas singulares en las calles principales. Y aclara que esta vuelta de los bancos a las calles ‘prime se debe a que buscan un nuevo canal para llegar al cliente y tener acceso a la gente joven, igual que ya han hecho operadores de otros sectores como la moda o las telecomunicaciones. Recuerda que las ‘flagship’ son establecimientos que se conciben como el buque insignia de una marca, su tienda más representativa, y en la que se trata de ofrecer a los clientes experiencias más allá de la propia compra de sus productos o servicios, en este caso bancarios. Señala que para este tipo de locales ‘diferentes’ los bancos buscan ubicaciones emblemáticas en las grandes ciudades y explica que suelen incluir zonas de ocio, con objeto de convertir dichos establecimientos «en un punto de encuentro, en el que el cliente pueda conectase a wifi, reunirse o un tomar un café, locales en los que apetezca entrar y muy alejados de la fórmula del banco con mostrador y cajero…»

Augusto Lobo cita como ejemplo de estos nuevos espacios de coworking y cafetería, los work cafés que está abriendo el Banco Santander de los que la entidad financiera ya tiene tres en Madrid: en calle de Velázquez en la Plaza de los Sagrados Corazones, y el más reciente en Valdebebas, locales en los que el banco ofrece a sus clientes un lugar para trabajar y reunirse al tiempo que se toman un café. Dentro de estos conceptos innovadores, los expertos de CBRE y JLL también incluyen la tienda de productos no financieros que el Grupo CaixaBank abrió el pasado verano en Málaga en la que se venden diferentes artículos tecnológicos como móviles, tablets, ordenadores; de imagen y sonido como televisores, cámaras, barras de sonido; productos para el hogar como alarmas, lavadoras, neveras, pequeños electrodomésticos y también la tienda piloto que a finales del año pasado abrió ING en Sabadell, que con servicio de cafetería incluido imparte talleres, cursos y charlas.

Nuevos usos para sus edificios

Rosa Madrid informa que además de las operaciones con sus sucursales, la banca está poniendo en el mercado muchas de sus sedes: «Buenos edificios en casi todas las ciudades de España, inmuebles que suponen una gran oportunidad de inversión para hacer hoteles, oficinal y retail y que con toda certeza se van a ocupar ya que están generalmente muy bien situados» , y como muestra cita el inmueble del antiguo Banco de Andalucía, en el cruce de la Avenida de la Constitución, una calle sevillana muy cotizada, que se vendió y se ha reconvertido a uso hotelero y comercial, tras su reforma completa. El uso final de este edificio será un hotel AC con 95 habitaciones, que abrirá en un año, mientras que en las plantas superiores se acondicionarán 3 locales comerciales distribuidos en planta baja, primera y sótano con una superficie total de 1.700m².

En lo que respecta a las sucursales, como las del Popular que se estima pondrá en breve en el mercado Banco Santander, la experta de CBRE prevé que la salida del parque inmobiliario de la banca siempre anime el mercado de locales, «ya que tradicionalmente es un producto bueno, generalmente de esquina, con mucha fachada, superficies diáfanas y buen mantenimiento», que «se va alquilar o vender seguro». Y cree que dichos activos serán un revulsivo para la demanda, debido a que los locales en ejes principales que deje la banca pueden resultar muy atractivos para operadores, por ejemplo, de moda y decoración. Mientras que Augusto Lobo dice que una muestra del interés que tienen algunos de estos inmuebles bancarios en las zonas prime de las ciudades puede verse en el precio histórico que ha pagado la firma de lujo Prada por hacerse con un local de Bankia en la calle Serrano de Madrid: 100.000 euros por metro cuadrado.

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