El curso escolar en Madrid ha terminado, pero no sus conflictos. Todo lo contrario. Los frentes abiertos están y han estado muy presentes en las últimas semanas. Desde padres revelados contra nombramientos de directores a dedo hasta profesores movilizándose contra las órdenes de la Consejería de Educación.
Un ejemplo de la revuelta veraniega han sido los padres del colegio público Blas de Lezo en el barrio de Las Tablas. Ellos defendieron la continuidad de su director y la Comunidad de Madrid les ha impuesto otro equipo directivo. “Hemos pasado de no querer estar allí a ser el colegio más demandado de Las Tablas”, recuerdan los padres como mejor currículum para su director.
Cuando la Comunidad de Madrid da la espalda a una revuelta escolar que pelea por su director
Las familias de este barrio madrileño no son las únicas que se han lanzado a la calle contra el Gobierno autonómico por este mismo motivo. Es ya un tema prácticamente histórico en la región. Hace varios veranos la Consejería dio pasos iguales y la comunidad educativa también se reveló.
Aparte del Blas de Lezo, CCOO alertó de la “preocupación” que hay en varios CEPA (Centros de Educación de Personas Adultas) por la renovación de los equipos directivos. “El relevo no va a poder ser fruto de la iniciativa propia de los docentes, sino que la Administración educativa tendrá que nombrar a personas ajenas al centro”, reprochó el sindicato.
Donde también se ha encendido la situación es en las Escuelas de Idiomas Oficiales. Las nuevas órdenes de la Consejería de Educación no han caído en saco roto para los trabajadores. Hablan directamente de un “desmantelamiento” al aumentar los requisitos y la ratio para conformar un grupo de estudio.
“Las consecuencias serán catastróficas, sobre todo en las escuelas más pequeñas, en las que se cerrarán grupos y horarios en muchos idiomas. Se pretende una vez más acabar con la Escuela Pública de Idiomas para crear una privada que beneficie solamente a los que puedan pagarla”, denunciaron también desde CCOO.
Los profesores se levantan contra el “desmantelamiento” de las Escuelas Oficiales de Idiomas de Madrid
Los profesionales de las Escuelas Oficiales de Idioma incluso hicieron entrega, en pleno verano, de más de 15.000 firmas recogidas contra la decisión de la Comunidad de Madrid. Según los cálculos estimados, el 20% del profesorado podría desaparecer si la Consejería de Educación no rectifica.
Otra orden que ha levantado a la comunidad educativa es la de mantener las 20 horas lectivas y no las 18 como se venía reclamando. “La sobrecarga lectiva implica mayor tiempo fuera del horario para la preparación de las clases“, señalan desde las secciones sindicales.
Unos maestros que, más allá de las Escuelas Oficiales de Idiomas y de estas horas lectivas, también han cargado contra la gestión de las oposiciones que celebró recientemente la Comunidad de Madrid. La realización del examen de inglés levantó una polvareda de polémica ante la dificultad (se preguntaron por temas no recogidos en la convocatoria) y la falta de medios técnicos de calidad (altavoces deficientes).
Sin embargo, CCOO censura que la actitud de la Administración está siendo más “maquillar esos lunares sacados a la luz que de aclarar y solucionar las zonas oscuras”. Ejemplo de ello fue lo que pasó en los resultados: “Mientras que en Inglés los resultados se han normalizado después de la presión sindical y popular, en los resultados de otras especialidades que quedaron fuera de foco hay irregularidades manifiestas”.
¿Nueva escabechina en las oposiciones? Denuncian irregularidades en el examen a maestro de Inglés
Así, se vieron plazas vacantes para profesor de Francés o notas en el examen de Música cuya notas en la prueba práctica (A2) “evidencian una realidad incoherente” al haber únicamente “suspensos de 0 o aprobados, ninguna graduación en los suspensos”.
Por último, las clases no han concluido en las escuelas infantiles, que vienen de una huelga en los últimos meses. Ahí el calor está haciendo mella en este verano con centros donde, según UGT, “no existen o no funcionan los sistemas de aire acondicionado” y se alcanzan “temperaturas extremas” en las horas de mayor temperatura.
En este sentido, la organización relata escenarios con temperaturas “de más de 38 grados en el exterior” y todo con niños de cero a tres años. “Se han producido mareos entre las educadoras aumentando además la preocupación por los niños y niñas”, aseveran desde UGT.
Por su parte, CCOO ya ha llevado este tema a la Inspección Provincial de Trabajo al incumplir la Prevención de Riesgos Laborales.
