La rentabilidad del bono de referencia italiano caía hoy hasta mínimos de un año. Junto a las expectativas de más estímulos por parte del Banco Central Europeo (BCE), los inversores se muestran esperanzados en una distensión en el enfrentamiento entre Roma y Bruselas después de que el Gobierno italiano haya recortado en tres décimas el objetivo de déficit para el año.
El objetivo de déficit público de Italia para este año se situará finalmente en el 2,1% del PIB, frente al 2,4% señalado en abril. El nuevo objetivo de déficit se incluye en un paquete de medidas urgentes para mejorar las finanzas públicas, consistente “en un proyecto de ley para el ajuste presupuestario de 2019 que certifica la corrección de 6.100 millones de euros”, así como en “un decreto-ley que congela 1.500 millones en gastos”, según señaló el Ministerio de Finanzas del país.
El ahorro de 1.500 millones de euros se derivaría de recursos asignados previamente para implementar un plan de ingresos básicos y una reforma del sistema de pensiones. “El Gobierno cree que el marco de las finanzas públicas cumple en gran medida con las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento”, ha apuntado el ministerio.
La respuesta de los mercados pasaba por llevar las rentabilidades de los bonos italianos a diez años a caer siete puntos básicos hasta situarse en el 1,857%, un mínimo no visto desde mayo de 2018, antes de que se formara Gobierno con el pacto entre la Liga y el Movimiento Cinco Estrellas.
En general, los rendimientos italianos se situaban entre seis y nueve puntos básicos por debajo de la jornada de ayer en toda la curva, según datos de Reuters.
Mientras, el rendimiento de la deuda pública a 10 años de Alemania, el punto de referencia para la región, alcanzó brevemente un nuevo mínimo histórico de -0,365%, pero prácticamente no registró cambios en el día.
