Cuando la Comunidad de Madrid da la espalda a una revuelta escolar que pelea por su director

Educación

Cuando la Comunidad de Madrid da la espalda a una revuelta escolar que pelea por su director

Las familias del colegio público Blas de Lezo de Las Tablas llevan semanas peleando porque su director siga en el centro. La Consejería de Educación lo ha rechazado. Esta es su historia.

El consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Rafael van Grieken

En menos de un lustro, el Colegio Blas de Lezo de Las Tablas en Madrid ha vivido prácticamente una vida entera: ha nacido, ha crecido y se ha revolucionado. Este nuevo centro público fue creado prácticamente de “excedentes de niños de otros colegios”. En apenas poco tiempo, ha echado a andar aunque no fue sencillo.

“No queríamos estar allí y él nos convenció con su proyecto”, narra José Ramón Ontín, presidente del AMPA del colegio madrileño. Y la clave está en ese “él”, en el director, en Javier Montellano: “Hemos pasado de no querer estar allí a ser el colegio más demandado de Las Tablas”, recuerda este padre, en palabras a EL BOLETÍN.

Se podría asegurar que lo construido desde el nacimiento del centro ha ido de la mano del éxito: “Tenemos alumnos que vienen desde Guadalix de la Sierra o desde San Sebastián de los Reyes y que tenían problemas de adaptación y aquí lo han conseguido”. Sin embargo, todo ha dado un giro de 180 grados en las últimas semanas.

La Consejería de Educación abría el plazo para dirigir el colegio público. Y solo una única persona se presentó a ello: Javier Montellano. Pero su proyecto educativo, tras la evaluación de la comisión (compuesta por tres miembros de la Administración, uno del claustro y uno del Consejo Escolar) no lograba el cinco mínimo.

De esta manera, la vacante quedaba desierta. El turno ahora era de la Comunidad de Madrid que abría un proceso extraordinario (mismo proceso por el que aterrizó Javier en el colegio hace cuatro años) cuyo único requisito (no vinculante, eso sí) es preguntar al Consejo Escolar donde el director contaba con el visto bueno.

Pese a ello, la Consejería de Educación se cerró en banda y mantuvo su veto a Javier. Momento en el que las familias del colegio público despertaron y elevaron la presión para pelear el ‘sí’ del Gobierno madrileño. Hubo manifestaciones, reuniones con líderes políticos (desde Íñigo Errejón hasta Rocío Monasterio) y hasta un encierro.

“Nos decían en la Consejería que era imposible, que Javier no podía continuar por el suspenso, que no lo permitía la ley y nosotros decimos que sí se puede al ser un proceso extraordinario”, relata el presidente del AMPA a este medio. Ahí la Comunidad de Madrid ofreció que siguiera la secretaria y la jefa de estudios pero con un director externo. Se rechazó.

Tras una reunión con el PP, Ontín afirma que la oferta se elevó a que la jefa de estudios dirigiese el colegio pero siempre que la Comunidad de Madrid eligiese secretaria y jefa de estudios. Eso sucedió este jueves a última hora. Y la actual jefa de estudios decidió plantarse: o Javier Montellano o nada.

“Nos dijeron en la Consejería que era una pena [que la jefa de estudios rechazara la idea] porque era hasta donde iban a llegar”, asevera el presidente del AMPA tras las últimas novedades. Así hasta que este viernes por la mañana la Comunidad de Madrid ha decidido finalmente y Javier no ha sido el escogido.

La noticia ha llegado rápidamente entre las familias que han vuelto a la protesta. Ahora las incógnitas con el devenir del centro se han disparado tras la llegada del nuevo director el próximo lunes: “Insisten en que mantener a Javier crearía un precedente, pero es un colegio que funciona muy bien. Nos piden tranquilidad y que seguirá el proyecto”.

Desde la Consejería de Educación, en declaraciones a Europa Press, manifiestan que han “hecho todo lo posible” para dar continuidad al equipo directivo. Pero las familias no se conforman. “No vamos a parar”, aseveran pese a reconocer que es difícil que la Comunidad de Madrid dé un paso atrás.

Una batalla donde CCOO ha amenazado con acudir a los tribunales ante la decisión “autoritaria y antidemocrática” de la Consejería de Educación en un nombramiento que “no se justifica”. De hecho, lamentan este “nuevo ataque a la escuela pública”.

Mientras, José Ramón Ontín no termina de entender por qué el Ejecutivo autonómico no opta por hacer caso al Consejo Escolar, a las familias y al equipo directivo del centro manteniendo a Javier.

Y una única explicación recorre su mente pero solo como sospecha: “Es un colegio que funciona, los alumnos no llevan libros como tal, se ejercitan de forma colaborativa y no sabemos si está detrás el tema de los libros…”.

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