Bankia mantiene el objetivo de dividendo pero “evaluará” el de beneficios por los tipos negativos

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Bankia mantiene el objetivo de dividendo pero “evaluará” el de beneficios por los tipos negativos

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, descarta que haya negociaciones con Banco Sabadell para una fusión.

Jose Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, durante su intervención en el Curso de Economía organizado por la APIE en la UIMP

La prolongación del actual escenario de tipos negativos que ha anticipado el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, podría obligar a Bankia a “evaluar” el objetivo de beneficios que el banco rescatado contempla en su actual ‘Plan Estratégico’, si bien se mantiene sin cambios la proyección de repartir 2.500 millones de euros en dividendos a sus accionistas, según ha señalado hoy el presidente del grupo, José Ignacio Goirigolzarri.

El banquero vasco, que ha participado en un ‘Curso Económico’ organizado por la APIE en la UIMP de Santander bajo el patrocinio de BBVA, ha aclarado que “en cualquier entorno de tipos de interés” se mantiene el objetivo de repartir los 2.500 millones de euros. “Tenemos las palancas suficientes para mantenerlo”, ha defendido. “Una de las grandes cosas que tenemos en estos momentos es que el modelo de negocio genera capital y los crecimientos futuros van a ser compatibles con la generación de capital”, ha apuntado el presidente de Bankia, que ha sacado pecho de que “los 2.500 millones de dividendos se pagarán con un CET 1 fully loaded superior al 12%.

Respecto a la proyección de beneficios -el banco contempla unas ganancias de 1.300 millones para 2020-, Goirigolzarri ha aclarado que por el momento no se ha variado pero que “habrá que evaluarlo, como hacemos siempre”.

En un aspecto más general, Goirigolzarri ha reflexionado que “los tipos de interés bajos nos gustan”, pero “nos situamos incómodos con los tipos negativos”. Tal y como ha recordado, el negocio de un banco consiste en recibir dinero con una mano y prestarlo con la otra, quedándose con el diferencial. En ese sentido, “en una situación negativa, el activo baja y los depósitos no pueden bajar de igual manera porque tiene un tope del 0%”. Para el banquero “es impensable” cobrar por los depósitos a los particulares, teniendo en cuenta además con que siempre existe el recurso del efectivo, pero además sería “complejo” en el mundo de las empresas, especialmente en las pymes.

Goirigolzarri ha tenido que hacer frente a las preguntas sobre una posible fusión con Banco Sabadell, después de que los analistas de Goldman Sachs hayan vuelto a poner uno de los rumores recurrentes del mercado sobre la mesa. “El río suena tanto porque suena, no porque lleve agua”, ha bromeado el banquero vasco, que más en serio ha recalcado que “nuestra posición sobre el tema se mantiene: tenemos un plan estratégico sobre el que trabajamos con la hipótesis central de que mantenemos el perímetro”. “No hay nada”, ha reiterado, si bien “todos los que hemos trabajado en empresas cotizadas sabemos que no se puede decir lo que hay en el futuro”.

Defensa del rescate a la banca

Goirigolzarri ha dedicado su intervención inicial en este foro para defender el rescate a la banca en apuros acometido en 2012. Tal y como ha señalado, este rescate “a los depositantes” ascendió a 54.000 millones de euros, pero en el caso de que se hubiese dejado caer a las entidades, solo cubrir los 100.000 euros por depositante hubiese disparado el coste a los 242.000 millones de euros, en un momento en que el Fondo de Garantía de Depósitos contaba con unos 8.000 millones.

“Se evitó una cascada de acontecimientos muy negativos y una serie de costes para las arcas públicas que en ese momento eran inasumibles para el país”, ha señalado Goirigolzarri, que considera que el dinero del rescate contribuyó a asegurar los ahorros de los ciudadanos y el crédito, sostuvo la estabilidad financiera, evitó el contagio a otras entidades y sirvió para apoyar a hogares y empresas, “esencialmente mediante refinanciaciones”. En este último aspecto, se refinanció el 11% de los créditos y al menos un 10% de las hipotecas. Eso significa que en 2013 unas 800.000 familias habían refinanciado su hipoteca. Solo en el caso de Bankia, las refinanciaciones a empresas ayudaron a mantener unos 250.000 empleos, según sus cálculos.

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