El Colegio Público El Bercial de Getafe vivirá el próximo curso un gran cambio en sus aulas de Primaria. Se irá más allá de los libros, los lápices y el resto de material escolar; ahora las familias tendrán que comprar un iPad aparte. Es obligatorio “si no quieres retrasarte”. Y el precio de “la oferta especial”, según la web del centro, alcanza hasta los 623,47 euros.
La noticia llegó al colegio en abril a la hora de planificar el salto a la Educación Primaria. En ese momento, tal y como narran varias familias en una queja a la Dirección a la que ha tenido acceso EL BOLETÍN, se les comunicó que debido a la metodología que se iba a seguir en el próximo curso “todas las familias debíamos adquirir un ‘iPad’ de un modelo y unas características definidas y concretas”.
La web del colegio prefiere hablar del ‘Proyecto ONE TO ONE’ con el que “cada alumno trae su iPad personalizado” como complemento a los libros para “seguir con la línea de trabajo empezada en Educación Infantil”. A esa edad los alumnos de tres años ya se arrancan con estas tecnologías (esta vez facilitadas por el centro).
Sin embargo, la preocupación se ha despertado entre decenas de padres. Incluso muchos de ellos miran ir a otros colegios. “Hay un coste económico y un riesgo a la salud. Puede dañar la vista o crear adicciones y nos dijeron que ‘eran lentejas’. Mi hija por ejemplo no sabe leer pero ya sabe lo que es un QR”, denuncia una de estas familias a este medio.
En duda el principio básico de la gratuidad de la educación pública
En el escrito dirigido a la Dirección del colegio se incluye otro elemento que se fulmina: “No se respeta uno de los principios básicos de la educación pública: la gratuidad de la misma”. Por no comentar que, tal y como alertan, se debe “comprender que algunas familias no pueden hacer frente a la cuantía de un gasto que a todas luces es desproporcionado”.
Este digital se ha puesto en contacto con el centro getafense y ante las preguntas sobre la obligatoriedad de la compra se han limitado a manifestar que es parte de “nuestra metodología de trabajo” y que “todo está en la web”.
Las familias matizan que ellos “respetan la metodología” pero que no terminan de entender que implique la compra de “un recurso tecnológico muy concreto”.
“Afirmaciones como ‘se quedará retrasado si no lo adquiere’ como apuntó la directora en la reunión no hacen más que incidir en la idea del tal recurso como fin y no como herramienta además de un motivo de exclusión a varios niveles”, reprochan tras pedir “que se reconsidere tal medida”.
En total, los padres de 57 alumnos (83 progenitores) presentaron firmas contra la medida y el rumbo del próximo curso. Aunque la situación casi que se encuentra en un punto de no retorno: “Yo tengo muy claro que no voy a comprar el iPad y varias familias ya han pedido el cambio de colegio”.
Las dudas ante el beneficio de las tablets
En la página del centro defienden el uso del iPad mirando al exterior donde otros colegios ya han dado este paso complementario: “Los informes indican casi por unanimidad que los estudiantes que usan el iPad se involucran más en el aprendizaje y están más motivados para estudiar”.
Un argumento que no termina de convencer a esta gran parte de las familias y menos sumada la desinformación. “Aquí no han concretado ni las horas ni las asignaturas en las que se usará. Para nosotros lo primero es aprender a escribir y a leer”, completa esta familia que prefiere guardar su anonimato.
Al mismo tiempo, no olvidan que síntomas como la “ansiedad, irritabilidad, cambios de conductas, trastornos del sueño y la alimentación y el rendimiento escolar” están asociados a “muchos menores enganchados a las nuevas tecnologías”. Pero más allá de las cuestiones económicas y de salud, una de las principales quejas gira en torno al concepto de ‘colegio público’
“Un colegio público es de todos y para todos y el hecho de imponer herramientas educativas con un coste elevado supone excluir y expulsar del colegio aquellas familias que no pueden permitirse ese lujo”, se denuncia. Mientras, el colegio en el apartado de preguntas frecuentes por este proyecto insiste en que se persigue motivar el aprendizaje y sin riesgo.
De hecho, ante la posibilidad de que el alumno se quede “absorto ante la pantalla”, el centro responde que esto sucede “porque los mensajes audiovisuales les resultan muy atractivos y por la alta capacidad de concentración que provocan”.
Sin reacción de la Consejería
Estos padres también apuntan más arriba: “Es política, es algo que mueve la Consejería para ver que somos ‘fashions’, pero es discriminatorio. ¡Son 600 euros! Quieren convertir un colegio público en uno concertado y elitista. Hay familias que no pueden gastarse 100 euros en el uniforme y ahora hacen este experimento. ¿Y si fracasa? ¿Cómo recuperan el tiempo nuestros hijos?”.
EL BOLETÍN se ha intentado poner en contacto en varias ocasiones con la Consejería de Educación para ver cómo se ha impulsado el proyecto, si hay información de algún tipo de convenio, de ayudas… No ha habido respuesta alguna.
En todo caso, los padres recuerdan que en la reunión informativa se presentaron varios profesionales de Apple School para defender el proyecto y en el encuentro hasta se mencionó un acuerdo de la Comunidad de Madrid con Apple School.
A la hora de comprar el aparato, el colegio te redirige a la web goldenmac.es. Pase lo que pase, los requisitos mínimos que exige el centro público para arrancar el curso son un iPad Air 2 o superior, que tenga una capacidad mínima de 64Gb o 128Gb y si la familia ya pone de por sí una tableta electrónica tendrá que ser configurada antes por el colegio.
