El precio de la vivienda usada en Madrid capital se estabiliza al subir un 0,03% de abril a mayo

El precio de la vivienda usada en Madrid capital se estabiliza al subir un 0,03% de abril a mayo

Pisos.com alerta que todavía en las grandes ciudades es “donde el ladrillo es más voraz respecto a la proporción de ingresos del ciudadano”.

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En lo que respecta a la comunidad de Madrid, el precio medio de la vivienda de usada en el mes de mayo de 2019 es de 2.560 euros por metro cuadrado. Esta cifra supone una subida del 1,39% frente al pasado mes de abril, cuando el precio fue de 2.525 euros m2, mientras que el repunte con respecto a mayo de 2018 fue del 20,47%.

La tendencia a la estabilización también se refleja en medida nacional, ya que la vivienda de segunda mano en España tuvo un precio medio de 1.718 euros por metro cuadrado en el mes de mayo de 2019, subiendo un 0,19% frente a abril, un encarecimiento menor al registrado en abril frente a marzo que fue del 0,86%.

“La estadística de precios sigue apuntando hacia la estabilidad”, declara Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, lo que no impide que las grandes ciudades continúen siendo “los puntos del mercado donde el ladrillo es más voraz respecto a la proporción de ingresos del ciudadano”.

Más díficil acceder a una vivienda

El portavoz del portal inmobiliario señala que “aunque la fuerza de los repuntes se ha diluido, la tendencia al alza sigue presente, acercándonos mes a mes a las cifras máximas”. Así, la tensión permanece porque “ahora ahorramos menos que antes y resulta más difícil acceder a una vivienda”. El experto advierte de que “una demanda ralentizada tendría un efecto regulador en los precios”.

Font también alerta que “el trabajo temporal y el desarrollado por cuenta propia son enemigos de cualquier aspirante a propietario, pero también lo es en el caso del alquiler”. El portavoz de Pisos.com admite que “el miedo al impago y a no recuperar la propiedad en mucho tiempo hacen que los arrendadores traten a los posibles inquilinos como un banco al solicitante de una hipoteca”. Y apunta que esto tiene consecuencias negativas para los autónomos y los trabajadores sin un contrato indefinido, que “aun pudiendo demostrar ingresos recurrentes, se quedan fuera del circuito habitacional”.

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