La guerra arancelaria de Trump empieza a asustar a Wall Street

Macroeconomía

La guerra arancelaria de Trump empieza a asustar a Wall Street

Morgan Stanley, Goldman Sachs y JP Morgan ajustan sus proyecciones económicas ante la ‘escalada’ de la guerra comercial.

Wall Street

Hasta el momento, el presidente de EEUU, Donald Trump, puede presumir de que bajo su mandato se ha producido una de las fases de crecimiento económico más prolongadas de la historia. Pero sus últimas decisiones contra China y México han comenzado a encender todas las alarmas entre la gran banca de Wall Street, que advierte de que si no hay cambio de rumbo la economía mundial se dirigirá a la recesión.

Tras unos meses relativamente tranquilos, el pasado mayo vio como Trump aumentaba los aranceles sobre determinadas importaciones de China del 10% al 25%. La respuesta de las bolsas mundiales fue inmediata, evaporándose en un solo día un billón de dólares de los mercados. Desde entonces, el presidente estadounidense ha amenazado con elevar también al 25% los aranceles sobre 300.000 millones en productos chinos, e incluso ha anunciado tarifas para México si su vecino del sur no detiene la inmigración ilegal.

El economista jefe de Morgan Stanley, Chetan Ahya, ha sido uno de los primeros en advertir de las terribles consecuencias si no se pone fin a esta escalada, señalando que la economía mundial podría entrar en recesión “en tres trimestres”. “En general, los inversores opinan que la disputa comercial podría prolongarse durante más tiempo, pero parecen estar pasando por alto su posible impacto en las perspectivas macroeconómicas mundiales”, se lamenta en un informe.

“¿Es un pronóstico tan alarmista? Pensamos de otra manera”, apunta Ahya, que considera que incluso si la Reserva Federal interviene reduciendo los tipos de interés, “dado el desfase habitual antes de que las medidas de política tengan un impacto en la actividad económica real, parece inevitable que se produzca un descenso en el crecimiento mundial”.

De una opinión parecida, aunque no tan pesimista, es Goldman Sachs, que acaba de rebajar sus previsiones de crecimiento para EEUU tras los últimos acontecimientos. “Con la escala y el alcance de la guerra comercial aumentando aún más durante la última semana, revisamos nuestros pronósticos de inflación y crecimiento, y ajustamos nuestras probabilidades sobre la Fed”, apuntan los expertos en una nota.

“Debido a los riesgos a la baja para el crecimiento, hemos aumentado drásticamente nuestras probabilidades subjetivas de recortes en los tipos de interés de la Reserva Federal. Pero aunque se trata de una situación difícil, las perspectivas aún no han cambiado lo suficiente como para que los recortes se conviertan en nuestro pronóstico de referencia”. El pronóstico de Goldman es que la economía estadounidense crezca un 1,1% en el segundo trimestre, frente al 1,3% que auguraba hasta ahora.

Una recesión o una desaceleración golpearán primero a la renta variable. Wall Street ya está atravesando una de sus peores rachas en los últimos ocho años ante el riesgo de las implicaciones que pueda tener para el crecimiento la escalada en la guerra comercial. Al mismo tiempo, los inversores están acudiendo a sus refugios habituales, como el oro, en máximos de dos meses, o los bonos del Tesoro estadounidense.

En ese sentido, JP Morgan acaba de reducir sus previsiones de rentabilidades de los treasuries, anticipando que las presiones de la guerra comercial perjudicarán el crecimiento económico estadounidense y obligarán a la Reserva Federal a recortar tipos. “Es probable que los últimos acontecimientos de esta semana tengan efectos perjudiciales duraderos en la confianza empresarial”, han escrito en una nota los expertos del banco estadounidense tras conocerse los aranceles sobre México. “Es improbable que las preocupaciones sobre el crecimiento se disipen a corto plazo, y de hecho podrían aumentar aún más”.

JP Morgan ve los rendimientos del bono a diez años estadounidense en un 1,75% al final del año, comparado con el 2,45% anterior y el 2,13% actual. Asimismo, espera que la Reserva Federal recorte los tipos en un cuarto de punto en septiembre y en diciembre. Para este segundo trimestre, el banco augura un crecimiento del 1%, aunque se aceleraría a un 1,5% en el tercero.

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